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Varios de los niños intérpretes de «Billy Elliot», durante la presentación del musical - Belén Díaz

«Billy Elliot» se españoliza

El próximo 5 de octubre se estrena en Madrid la producción española del musical, con dirección de David Serrano

Madrid Actualizado: Guardar
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El gran director Alfred Hitchcok tenía una norma: no trabajar nunca con niños. No piensan lo mismo los productores del musical «Billy Elliot», cuya producción española se estrenará en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid el próximo 5 de octubre: hasta sesenta y cinco niños forman parte del elenco del espectáculo, que ayer se presentó en el propio teatro.

David Serrano ha sido el adaptador y es quien llevará la batuta de este musical, creado en 2005 sobre la película de Stephen Daldry. Además de a varias decenas de niños que se reparten los distintos papeles (aunque la legislación española no es suficientemente clara, los productores han decidido que cada niño haga dos funciones a la semana), Serrano dirigirá un reparto encabezado por Natalia Millán, Carlos Hipólito, Adrián Lastra, Mamen García, Juan Carlos Martín, Alberto Velasco, Noemí Gallego y Axel Amores.

Al contrario que otros títulos, «Billy Elliot» no es una franquicia, y la arrojada productora español, SOM Produce -que va a invertir, según dijo Juan José Rivero en la presentación, cinco millones de euros- pondrán en pie su propio montaje. Cuenta con escenografía de Ricardo Sánchez Cuerda, iluminación de Juan Gómez-Cornejo, vestuario de Ana Llena y sonido de Gastón Briski. Gaby Goldman será el director musical. Sí se utilizan (además del libreto, naturalmente) las coreografías originales de Peter Darling, reproducidas aquí por Toni Espinosa. La pretensión de los productores es que «Billy Elliot» -cuyo montaje obligará a realizar obras en el teatro- permanezca en Madrid durante varios años -«por sus características, no puede girar por España»- y que «marque la diferencia».

Al igual que existe en Gran Bretaña, la producción española cuenta con una «Escuela Billy Elliot», en la que trabajan desde hace más de un año las decenas de niños y se preparan, aunque no todos llegarán a pisar el escenario, para los exigentes papeles infantiles y juveniles que tiene el espectáculo. «Algunos llegaron sin haber bailado nunca», dice la veterana profesora de ballet Carmen Roche quien, junto a su hijo Víctor Ullate Roche, y distintos profesores de danza, canto, interpretación e incluso acrobacia, se ocupan de la preparación de los niños; a las audiciones se presentaron unos seiscientos. «Tienen un gran talento -asegura David Serrano-: estoy seguro que aquí están los que conformarán los repartos de los grandes musicales en España en los próximos años».

Trabajar con niños, asegura el director del musical, «es un trabajo a la vez complicado y emocionante. “Billy Elliot” es un musical perfecto; cuando lo ví en Londres, hace unos años, salí fascinado, pero convencido de que en España no se podría hacer. Sin embargo, gracias al empeño de los productores lo hemos logrado. Trabajar con los niños ha sido la mayor emoción que yo he sentido en mi carrera», añade Serrano.

Y en parecidos términos se expresa Carlos Hipólito, que interpreta al padre del protagonista, del que dice que es «uno de los personajes más hermosos que yo he visto tanto en el teatro como en el cine». Y utiliza la misma palabra -«emocionante»- para definir el trabajo con los niños; «no hemos empezado a ensayar todavía, pero verles aquí, con ese entusiasmo, te hace recordar por qué te quisiste dedicar a esto». «Este espectáculo -vaticina Adrián Lastra, el hermano de Billy Elliot-va a consolidar a Madrid como una capital de referencia dentro del teatro musical». «Tengo la sensación de que estamos haciendo historia», concluye Natalia Millán, la profesora de ballet de Billy.

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