J.M. SERRANO

Bailando a Lorca..., por última vez

El Ballet Flamenco de Andalucía despidió anoche en la Bienal de Sevilla a su directora Rafaela Carrasco con el montaje «Tierra Lorca» que ha triunfado este verano en Granada

Sevilla Actualizado: Guardar
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Ayer todos estaban emocionados. El elenco del Ballet Flamenco de Andalucía era consciente de que la función de anoche fue especial: era la última de Rafaela Carrasco como directora de la compañía, y el debut y despedida en Sevilla de «Tierra Lorca», el espectáculo creado para el Festival Lorca y Granada, que fue visto este verano en el Generalife de la Alhambra por más de 25.000 personas.

«Tierra Lorca. Cancionero popular» es el reencuentro con Federico, con las canciones de la infancia del poeta, Anda Jaleo, Zorongo, Las Morillas, Los Pelegrinos..., y su relación con Encarnación López Júlvez, «La Argentinita» a quien Federico tocaba el piano mientras ella bailaba, y con la que compartió horas de conversaciones sobre danza y flamenco y muchas confidencias.

Así, el montaje está basado en el disco «Colección de Canciones Populares Españolas» grabado por el poeta junto a La Argentinita en el año 1931.

La etapa de Rafaela Carrasco al frente del Ballet deja a la compañía en un altísimo nivel, con una cohesión balletística importante y una enorme calidad de interpretación.

El espectáculo empieza con la proyección de fotos de Federico: con su familia, en la Barraca, con Argentinita..., en paneles que van moviendo los bailarines. La obra tiene curiosamente trece movimientos, apareciendo Rafaela Carrasco con la preciosa voz de Gema Caballero bailando un zorongo mientras en los paneles se proyecta un film antiguo de Argentinita en un baile muy similar.

«Anda jaleo» estuvo protagonizada por Ana Morales, con bata de cola de terciopelo en un baile hipnótico, acompada de David Coria, Eduardo Leal, Antonio López y Alberto Sellés, un cuarteto potentísimo en ejecución.

Bellísimo el paso a dos entre Rafaela Carrasco y David Coria en una coreografía con dificilísimos movimientos del mantón y que levantó «oles» de la propia Matilde Coral, entre el público.

Lorca está muy presente en la obra, «Los pelegrinitos», «Café de Chinitas», «Las Morillas», y vemos el contundente baile de Hugo López o la farruca de David Coria. Por bamberas y fandangos de graná llegó el final de esta obra, protagonizado por un cuerpo de baile vibrante, con unas ganas que se notaban desde el Paraíso del Maestranza.

La obra tiene una enorme consistencia tanto de concepto como de baile, siendo también de gran generosidad para el lucimiento de los tres solistas, además de la directora: Hugo López, David Coria y Ana Morales.

Todo en la compañía rezuma calidad, una pena que haya sido debut y despedida en Sevilla en esta Bienal, pues nos quedamos con la miel en los labios por ver algo más del piano de Pablo Suárez, la voz de Gema Caballero o Antonio Campos y El Pulga, o las guitarras de Jesús Torres y Juan Antonio Suárez «Cano». La calidad musical de la obra está a gran nivel.

Rafaela Carrasco ha dejado bien alto el listón para su sucesor. «Tierra Lorca» es un magnífico montaje propio de una compañía con más recursos que la andaluza, de lo que se deduce que el talento manda, aunque no estaría de mas aumentar las posibilidades del Ballet para próximos años. Compañías de más peso económico no pueden compararse actualmente a la calidad del espectáculo ofrecido anoche por la andaluza. Gana el Ballet Flamenco por goleada.

Calidad del cuerpo de baile, calidad de la coreografía y originalidad en un montaje lleno de pequeños sueños de aquel poeta granadino que amaba el flamenco. Ahora viene la renovación, el futuro, pero sin duda habría que guardar como un tesoro esta obra en el repertorio de la compañía institucional andaluza. La riqueza de un ballet está en su memoria.

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