Sidecars: «El rock y las relaciones de pareja no maridan nada bien»

Tras hacer doble «sold out», han tenido que añadir una tercera fecha en lo que será su primer triplete en La Riviera

La banda madrileña Sidecars hace triplete en La Riviera ABC

NACHO SERRANO

La esperada vuelta de Sidecars a los escenarios con «Cuestión de gravedad» ha arrancado con muy buen pie. En muchas de las ciudades por las que han pasado han tenido que hacer doblete por la gran demanda de entradas, y en Madrid, tras hacer doble «sold out» han tenido que añadir una tercera fecha en lo que será su primer triplete en La Riviera . «Es un logro que tiene cierto sabor a culminación», reconoce su cantante y guitarrista Juancho Conejo . «Nunca habíamos tocado tres noches allí, ni siquiera dos. Pero esta vez nos hemos organizado y en cuanto nos hemos querido dar cuenta la cosa se ha desmadrado. Llevamos muchos años trabajando para que pasen estas cosas, para subir un escalón hacia una carrera más profesional, más madura. Es casi como si subieras de categoría en la liga».

Logros como el de este triplete han terminado llegando por inercia, tras una carrera de más de diez años en la que se han pateado las salas de todo el país. Pero también se han gestado gracias a un disco, «Cuestión de gravedad», en el que se les ha notado especialmente inspirados. «Quiero pensar que es así, que es una mezcla de todo. Que nuestra trayectoria y nuestras últimas canciones son lo que nos han traído hasta aquí», dice Conejo, que ha compuesto un álbum de emociones fuertes y corazones rotos.

Disco conceptual

«En realidad, el álbum es bastante conceptual», relata el artista madrileño, «porque cuenta una historia de principio a fin pasando por una serie de capítulos. Y uno de ellos habla sobre la dificultad de mantener una vida sentimental cuando te dedicas a la música. Los horarios siempre son distintos, las giras se hacen duras para quien se queda en casa... Entiendo que es complicado. Las relaciones de pareja y el rock no maridan nada bien».

Juancho asegura que su hermano Leiva «es igual que yo en ese sentido», pero reconoce que le da muy buenos consejos, «de vida y de música». Por eso le ha dedicado una de las canciones más bonitas del disco, «Amasijo de huesos». «La escribí en una tarde, y cuando se la puse reaccionó como reaccionaríamos cualquiera cuando nos dedican una canción, muy emocionado y agradecido», cuenta el pequeño de los Conejo, que ahora está «muy contento y orgulloso» de su hermano por el Goya que acaba de ganar a la Mejor Canción Original por «La Llamada» . «Fue un notición, me enteré en el camerino antes de un concierto nuestro. La canción es preciosa».

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