Música antigua entre gin-tonics

Los hermanos Zapico ofrecen hoy un concierto en el Café Comerical de Madrid dentro del ciclo The London Nights

Los hermanos Zapico (Aarón, Daniel y Pablo), al estilo Abbey Road ABC
Julio Bravo

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No parece el Café Comercial de Madrid el lugar más lógico para escuchar música de los siglos XVI y XVII; tampoco un entorno vaporizado por las copas de gin tonic. Pero los hermanos Aarón, Daniel y Pablo Zapico , integrantes del grupo Forma Antiqua -uno de los conjuntos españoles especializados en este repertorio con mayor prestigio y proyección internacional- se confiesan muy ilusionados ante el concierto que ofrecerán en este espacio la noche de este lunes.

« Se rompe la barrera habitual que hay con el público -explica Pablo a propósito de la experiencia-: a veces estás haciendo música fresca, bailable y te encuentras con esa barrera. Y tocar en un sitio como el Café Comercial, donde la gente está más distendida , con una copa y todos prácticamente al mismo nivel y muy cerca, nos permite disfrutar de la sinergia que recibes de los espectadores -que es lo que buscas siempre en los conciertos-, que te motiva a tocar mejor y te hace tocar con más entrega si cabe».

Aarón Zapico, el mayor de los hermanos, añade que «nosotros somos un grupo actual de música antigua; tocamos una música que es absolutamente contemporánea aunque esté escrita hace varios siglos. Pero nuestro espíritu, nuestra filosofía y nuestra manera de entender las cosas, desde el concierto hasta nuestra actividad en las redes sociales o nuestra manera de vestir, es completamente actual. Poder tocar en un sitio así, con el público tan cerca, es un estímulo excitante».

En este concierto, el trío tocará el «Concerto Zapico», un conjunto de piezas de autores como Scarlatti, Roncalli, Santiago de Murcia o Kapseperger , entre otros autores. Hay mucha música popular, danzas, improvisaciones, variaciones... «Es nuestro sello de identidad -sigue Pablo-: son obras originariamente para uno de nuestros tres instrumentos - clave, tiorba y guitarra barroca - en la que cada hay un diálogo entre los tres; hemos desarrollado este lenguaje a través de prácticas que se hacían en la época».

«No usamos los criterios históricos o los instrumentos originales porque sí, o por una " defensa de la ortodoxia " -apunta Pablo-; los utilizamos porque entendemos que son la herramienta más adecuada para lograr los efectos que deseamos. El público del siglo XVIII y el público actual siguen teniendo las mismas emociones , el corazón les late a la misma velocidad. Es "fácil" hacer caso al compositor y emocionar a la gente».

Llevan haciendo música juntos desde que eran unos niños, y el año que viene celebrarán los veinte años de Forma Antiqua (Aarón tiene treinta y nueve años, y Daniel y Pablo treinta y cuatro). «Forma Antiqua lleva dos décadas porque no podemos dejar de ser hermanos -ríe Pablo-; es algo que tiene sus pros y sus contras, pero ya hemos superado las dificultades , si es que las hubo en su día».

Están los hermanos Zapico en un mundo habitualmente dominado por los prejuicios y la rigidez de sus normas. «Creo que es cuestión de saber cuál es el objetivo al que te diriges -dice Aarón-; uno no puede pensar que la gente se va a sentar en su casa a escuchar un disco, eso ya no ocurre. Hace un tiempo leí una estadística que decía que el 93 por ciento de los menores de 25 años ve las series o las películas mientras atiende a otra pantalla al tiempo: el móvil, el tablet. No podemos seguir ofreciéndole al público lo mismo que hace quince años, ha cambiado de un modo brutal».

Esto no quiere decir, sigue Aarón, «que tengamos que tocar con zapatillas o camiseta . Eso me parece banalizar el asunto. Podemos tocar de frac perfectamente y hacer una cosa moderna, didáctica, adaptada a nuestro público... Creo que hay que buscar otras conexiones, ya que la gente ha cambiado : otra manera de hacer los conciertos o presentarlos de modo distinto. A veces parece que los conciertos son a mayor gloria del programador o del intérprete, sin tener en cuenta al público , que es al final el que te aplaude, el que te paga y por el que te contratan».

También en la música clásica, coinciden los dos hermanos, y aunque a veces parezca que no, la reacción del público es fundamental . «Esa palabra tan de moda, la sinergia, es una cosa mágica ; a mí, que llevo toda la vida tocando, todavía me asombra cómo reacciona tu cuerpo cuando notas el calor de la gente».

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