Reino Unido niega a Weiwei una visa de seis meses por «ocultar sus antecedentes penales»

El artista pekinés Ai Weiwei, de 57 años, uno de los rostros más visibles de la lucha por los derechos democráticos en China, ha volado en la mañana del jueves de Pekín rumbo a Alemania. Se trata de su primera salida al extranjero en cuatro años, después de que las autoridades del régimen comunista le retirasen su pasaporte en 2011, tras acusarlo sin pruebas concluyentes de delito fiscal y bigamia. Weiwei visitará en Alemania a un hijo que vive allí.

La siguiente escala de su gira europea es el Reino Unido, donde se ha encontrado con que las autoridades de control de fronteras han rechazado su petición de una visa de seis meses por viaje de negocios y le han concedido tan solo un permiso temporal para visitar el país durante 20 días, del 9 al 29 de septiembre.

Esa autorización permitiría al artista acudir a la gran retrospectiva de su obra que se inaugurará el 15 de septiembre en la Royal Academy de Londres.

Pero al negarle los seis meses de estancia las autoridades inglesas evitan que el distinguido opositor al régimen chino coincida en el Reino Unido con el presidente del país, Xi Jinping, que en octubre cursará una visita oficial con máximos honores y a la que el Gobierno británico concede extraordinaria importancia. Por motivos comerciales, el Ejecutivo de Cameron está tratando de mimar al máximo la buena relación con China.

El pretexto para negarle la visa de seis meses es que Ai Weiwei habría ocultado sus antecedentes penales en China. Pero el artista replica que «nunca fui acusado o condenado por ningún crimen». Lo cual es cierto. En 2011 permaneció detenido durante 81 días, bajo la supuesta acusación de bigamia y delito fiscal. Pero nunca se formularon cargos formales ni llegó a haber una condena. Fue un arresto arbitrario al estilo de las dictaduras, sin garantías jurídicas. En 2012 sí le fue impuesta una multa de cerca de dos millones de euros por supuesta fuga de impuestos.

Los letrados de Weiwei explican que intentó aclarar el malentendido sin éxito en varias llamadas a la embajada británica en Pekín. El artista, que ha cobrado fama mundial, se dio a conocer con su aclamado «Nido de Pájaro» para el Estadio Olímpico de Pekín. Pero hoy sobre todo es popular como icono de la disidencia. Weiwei critica a la dictadura con montajes mordaces, un humor a favor de la libertad llenó de cargas de profundidad.