La salida de patrocinadores y la caída de subvenciones acaban con Valencia Fashion Week

La crisis económica vuelve a cobrarse otra víctima en el entramado cultural (e industrial) de la Comunidad Valenciana. Tras ocho años luchando por hacerse un hueco en el competitivo y apretado circuito de pasarelas de moda europeas, Valencia Fashion Week (VFW) desaparecerá del calendario. Las causas están, de nuevo, en las dificultades para compensar con inversión privada el descenso dramático de las subvenciones públicas que han sostenido el certamen desde su creación.

El equipo directivo ha estirado hasta el final la esperanza de sumar patrocinadores, pero ayer por la mañana, a tan solo cinco semanas de la fecha de inicio de la XVIII edición, se rindió ante la evidencia. La cancelación, confirmada mediante un comunicado de la Asociación Valenciana de la Moda, se produce nueve meses después de que Sales Tatay asumiera la dirección del evento, que hasta entonces había sido gestionado por el diseñador Álex Vidal.

El nuevo equipo de VFW solo ha llevado a cabo una edición, que se celebró el pasado mes de septiembre en el Centro del Carmen. En septiembre de 2013, el traslado de los desfiles desde su desahogada ubicación en el Ágora al Museo de la Ciudad fue ya sintomático de las estrecheces económicas que atravesaba este proyecto.

De 400.000 a 50.000 euros

La progresión de las subvenciones de la Generalitat a la pasarela valenciana ha ido decreciendo conforme empeoraba la coyuntura económica. De los casi 400.000 euros que han llegado a recibir por edición (son dos anuales), Valencia Fashion Week ha pasado a recibir aproximadamente 50.000.

La noticia cayó ayer como un jarro de agua fría no solo para los diseñadores valencianos, sino para los antiguos organizadores del certamen. Uno de ellos, Josep Lozano, calificaba ayer de «terrible» la desaparición de VFW. «Es la única plataforma de promoción que existía para la moda valenciana. No nos damos cuenta de lo que esto significa. Es, como el cierre de Canal 9, una prueba más del empobrecimiento que estamos viviendo en la Comunidad a todos los niveles».

Sin cerrar del todo la puerta al futuro, la propia Sales Tatay reconocía ayer a este periódico que «será difícil volver al circuito de pasarelas». En su opinión –coincidente con la de otros expertos consultados–, en el mundo de la moda, «si te saltas una edición pierdes tu credibilidad».