Representación artística de la evolución de las células más simples a células más complejas, con compartimentos dentro
Representación artística de la evolución de las células más simples a células más complejas, con compartimentos dentro - Blair Lyons, Stroma Studios
NATURE

Hallan el rastro de la célula que alumbró a los seres vivos complejos

El descubrimiento de un nuevo grupo de organismos ha permitido apoyar la idea de que las células eucariotas, que forman a hongos, animales y plantas, se formaron a partir de arqueas

MADRID Actualizado: Guardar
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El ser humano tiene la vista puesta en las estrellas y la vida extraterrestre, pero aún le falta mucho para conocer la vida en la Tierra. Los seres vivos desconocidos abundan en los océanos, en el subsuelo de la Tierra y en el lecho de lagos profundos y olvidados. Estos son en gran parte microorganismos que los científicos no son capaces de observar al microscopio ni de cultivar en el laboratorio, (de hecho solo pueden hacer crecer al uno por ciento de todos ellos). Por eso, aunque estos microorganismos desconocidos son pequeños, pueden revolucionar nuestras ideas sobre cómo evolucionó la vida o quizás esconder el secreto para fabricar nuevos medicamentos.

Por fortuna, en la última década las cada vez más baratas y potentes técnicas bioinformáticas y de secuenciación (lectura) de genes han permitido juntar las pistas de material genético que dejan estos escurridizos seres.

Gracias a esto, el árbol de la vida se amplió muy recientemente, con 1.000 nuevos grupos de seres vivos. También gracias a esto, un estudio publicado este miércoles en Nature ha contribuido a cerrar un hueco fundamental en la historia de los seres vivos: el paso que le permitió a la vida evolucionar a partir de células pequeñas y simples hasta células mayores, que luego formaron a los seres vivos complejos, como lo son las plantas y los animales.

Las células eucariotas, más complejas, han permitido formar a animales, plantas u hongos, entre otros
Las células eucariotas, más complejas, han permitido formar a animales, plantas u hongos, entre otros - Eva Fernandez-Caceres

De momento, este investigador sospecha que esos genes de eucariotas eran usados por estas arqueas primitivas de una forma más básica, puesto que aquellas no tenían en su interior estructuras tan complejas como las de las células eucariotas. «Quizás, pudo haber compartimentos celulares más simples. Y probablemente, no tenían la misma función que tienen hoy en eucariotas», ha dicho el investigador. Pero, con el tiempo, de una forma u otra, las células comenzaron a usarlos para hacer funciones cada vez más complejas.

Las Arqueas del Valhalla

Este nuevo grupo de Arqueas en el que han encontrado estos rastros de la célula que alumbró a las células más complejas es, además, un homenaje a la mitología nórdica. En 2015 el equipo de Thijs Ettema descubrió una nueva arquea que vivía en el Castillo de Loki, un yacimiento hidrotermal situado en el Atlántico entre Groenlandia y Noruega. Así que le pusieron su nombre.

Pero a lo largo de la investigación presentada este miércoles, han encontrado Arqueas relacionadas con las de Loki, y también les han dado nombres nórdicos, en honor a Thor, Odín y Heimdall. Todas ellas han formado el nuevo grupo de las Arqueas de Asgard. Todo apunta a que son las descendientes de unos seres que forjaron para siempre el destino de la vida en la Tierra.

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