El Rey, durante el encuentro de ayer en La Coruña
El Rey, durante el encuentro de ayer en La Coruña - efe
Don felipe ANTE LA ELITE EMPRESARIAL

«La sociedad plantea a los mercados exigencias éticas de solidaridad e inclusión»

El Rey elogia el «excelente» cuadro de ejecutivos españoles. Feijóo critica a los líderes que «dividen y engañan»

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Rey recordó ayer martes ante más de 1.800 directivos de las principales empresas españolas la necesidad de centrar su actividad en la sostenibilidad, la innovación y la ejemplaridad. «Nuestras sociedades plantean a los mercados unas exigencias que van mucho más allá de la calidad material de los bienes o servicios. Son exigencias que aluden al necesario cumplimiento de obligaciones implícitas en relación con la equidad, la solidaridad y la inclusión de todas las personas», manifestó en el Congreso de directivos CEDE (Confederación Española de Directivos y Ejecutivos) en La Coruña.

El Monarca celebró que en estos encuentros «lata la actitud de mirar sin miedo al futuro, sabiendo que, en gran medida, éste habrá de conquistarse más allá de nuestras fronteras y en nuevas e imprevistas oportunidades».

Además, agradeció la labor de «un excelente cuadro de gestores» que ejerce su actividad «a partir de un sólido compromiso con el interés general».

La cita, que contó con la intervención de destacados empresarios como César Alierta, Pablo Isla o Carlos Slim, contó con diferentes coloquios con un tema de fondo: los «valores del directivo para la agenda global». El Rey felicitó al equipo que capitanea Isidro Fainé por dicha elección y advirtió que «la fidelidad a los valores no es algo que quede restringido a los ámbitos personales y de la moral, sino que influye decisivamente en los logros más tangibles y profesionales»

Aprovechar el talento juvenil

Sin ocultar que las «expectativas económicas son cada día más complejas», incidió en los ejes que deben vertebrar una actividad empresarial que redunde en el bienestar social. En esa línea reclamó «buscar modelos energéticos que hagan compatibles las demandas crecientes de energía con el normal desarrollo de la vida». En un contexto de enorme competitividad, instó también a cultivar «la anticipación, los esfuerzos innovadores y la calidad en el desempeño empresarial» en los negocios incipientes fruto de la revolución tecnológica que vivimos.

Don Felipe, en un contexto de internacionalización que exige «experiencia, imaginación y adaptabilidad», instó a «favorecer el necesario diálogo intergeneracional entre directivos jóvenes y veteranos» y a «no desperdiciar ningún talento, no orillar ninguna inquietud emprendedora por juvenil que sea». Antes de terminar su intervención, llamó a «tener muy en cuenta los criterios, reglas y maneras con que se encara cada iniciativa empresarial» y recetó «tenacidad, esfuerzo, ejemplo, sobriedad, eficacia y autoexigencia» como vía para un «quehacer directivo que no se limita al logro de los legítimos resultados».

Ejerció como anfitrión el presidente de la Xunta, quien comentó las «tentaciones de huir de la realidad en lugar de enfrentarse a ella y de sustituir la gestión por gestos superficiales» por parte de algunos líderes, en alusión al presidente de la Generalitat, Artur Mas. Para el que «dimite y se va», Alberto Núñez Feijóo comprometió su «respeto», no en cambio para «aquel que divide y engaña a su pueblo con un papel heroico y hace quimeras».

En pleno desafío secesionista, destacó que Galicia «con valentía y estabilidad, proclamó su independencia no de España, sino de un destino que nos parecía condenar a ser víctimas sin remedio de la crisis. Nos desprendimos de la resignación». En esa línea, proclamó: «Majestad, en una España que crece y recupera la confianza en sí misma, Galicia quiere poner todo su talento y vocación de unidad al servicio de los intereses generales».

Fainé, por su parte, ahondó en los valores empresariales de un mundo globalizado. «Si no mantenemos una actitud proactiva y abierta al cambio, la confusión y el miedo nos acabarán paralizando», apuntó a la vez que manifestaba que la ética «no es una cuestión de palabras, sino de hechos». Al referirse a la situación económica, sostuvo que «las bases de la recuperación son sólidas», animó a trabajar para crecer a «un ritmo aún mayor» y avisó de que «en los próximos cuatro años España afrontará un horizonte de crecimiento lleno de oportunidades».