El Rey comparte con los universitarios el deseo de no ver frustradas sus esperanzas

«Os animo a seguir apuntando alto, a seguir mirando lejos... con nuestros mejores deseos para la comunidad universitaria de toda España, declaro inaugurado el Curso Académico Universitario 2014-2015». Pasada la una y media de la tarde, el Rey Felipe VI cerraba con estas palabras el tradicional acto del inicio del curso universitario, que este año se celebró en Toledo, en el Campus Tecnológico de la Universidad de Castilla-La Mancha, popularmente conocido como la «Fábrica de Armas».

Don Felipe hizo un discurso que se puede interpretar en clave empresarial: «Ha sido desde la segunda mitad del siglo pasado cuando los nuevos cambios impulsaron a las universidades más avanzadas a realizar un esfuerzo adicional: influir y dinamizar su entorno socioeconómico y cultural a través de la transferencia de conocimientos y servicios al tejido empresarial y productivo».

Para el Rey, que presidía por primera vez desde su proclamación el 19 de junio la apertura de un nuevo curso, las universidades deben «impulsar la calidad, la excelencia», y no limitarse a la docencia e investigación, sino ir un poco más allá: «Tienen que seguir explorando fórmulas de colaboración con el tejido productivo, con las empresas, para potenciar el crecimiento económico y la generación de puestos de trabajo».

En definitiva, las universidades «no pueden vivir aisladas, sino plenamente integradas en la sociedad», ya que los «valores» que presiden la actividad universitaria son «honestidad, esfuerzo, compromiso, responsabilidad, espíritu crítico y respeto».

Don Felipe reiteró el apoyo de la Corona al ámbito universitario y recordó que estos centros «nacieron con la finalidad de ser las guardianas del saber y la cultura», y que la «modernización de nuestro país y los logros conseguidos en las últimas décadas no pueden entenderse» sin ellas. Y añadió: «El mundo universitario ha realizado una imprescindible contribución a la construcción de una España mejor».

En palabras de Don Felipe, las universidades son «una ventana de esperanza para las generaciones más jóvenes». Por ello animó a los estudiantes a que «nunca» pierdan la «ilusión y las ganas con las que sé que llegáis a la universidad», ya que «para sacarle el mayor provecho» a este tiempo «la tarea trasciende al mero título y el aprendizaje deberá ser continuo en la vida».

«Más libre el que más sabe»

Don Felipe aseguró que «solo» con esfuerzo «alcanzaréis plenamente la formación que, sin duda, merecéis». A lo que sumó una frase de Miguel de Unamuno: «Solo el que sabe es libre, y más libre es el que más sabe». Por último, el Rey también tuvo palabras de afecto hacia el profesorado: «Tenéis el cometido de asegurar la calidad de la enseñanza que impartís, de despertar además el entusiasmo en los alumnos, el gusto y la curiosidad por el saber, de contribuir a la mayor capacidad y mejor imagen de la sociedad española ante sus retos y ante los del mundo».

El discurso de Felipe VI fue el broche final a una hora y media de ceremonia en la que el Rey, acompañado de la Reina Doña Letizia, descubrió una placa conmemorativa junto a la entrada del Salón de Actos. El acto reunió a cerca de 600 asistentes, entre autoridades educativas, militares, religiosas y políticas, una treintena de rectores de universidades españolas, personal docente, de la administración y alumnos. Se inició con la interpretación del himno litúrgico «Veni, Creator Spiritus» por parte del Coro del Conservatorio Jacinto Guerrero de Toledo.

Después tomaron la palabra el secretario general de la UCLM, Crescencio Bravo, quien realizó la lectura de la memoria oficial del curso 2013/2014; el catedrático de Didáctica de la Lengua y la Literatura, Pedro Cerrillo, quien dictó la lección inaugural, llamada «El poder de la literatura»; el rector de la UCLM, Miguel Ángel Collado; el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal. Tras el discurso de Don Felipe, los cientos de doctores de la UCLM, vestidos con la toga correspondiente, abandonaron en procesión el acto mientras sonaban los acordes del himno académico «Gaudeamus Igitur».

Por su parte, la presidenta de la Junta de Comunidades, María Dolores de Cospedal, señaló que la UCLM lleva 29 años «produciendo conocimiento y formando una masa crítica de investigadores ocupada en generar talento como principal activo de progreso». Y afirmó: «Ahora más que nunca la educación superior ha de estar ligada a la satisfacción de las necesidades formativas que demanda el entorno».

En este sentido, la presidenta regional sentenció que la universidad y la sociedad «deben marchar juntas para crear progreso y ganar el futuro» y, por ello, se comprometió a «redoblar esfuerzos» desde el Gobierno regional para «poner en manos de la universidad y de la sociedad las herramientas necesarias para afrontar con éxito los retos que se plantean».

De este modo, Cospedal reiteró el compromiso del Ejecutivo autonómico con la UCLM en una sociedad donde «el futuro está íntimamente ligado a la formación». «Esta misión común es la que dota a la universidad de una trascendental responsabilidad porque, no sólo tiene una función educativa, sino que también tiene importancia en el ámbito del liderazgo y en la producción de conocimiento e innovación», añadió.

Fuente de emprendedores

La universidad, según Cospedal, tiene «una oportunidad estratégica para sentar los pilares del futuro y para que la sociedad pueda contar con el mejor capital humano cuyo conocimiento pueda fortalecer las líneas de investigación en las áreas estratégicas de Castilla-La Mancha y España». En definitiva, poder asegurar a los jóvenes una «formación en condiciones óptimas y que garantice su empleabilidad».

De este modo, aseguró que es «necesario que la universidad ponga sus enseñanzas al servicio de la realidad económica y social, y sea generadora de bienestar y desarrollo a través de la docencia, la investigación y la innovación». «La universidad ha de ser exigente y consciente de la enorme confianza que en ellos se deposita», resaltó, y a su vez agradeció el «enorme esfuerzo que ha hecho la Universidad de Castilla-La Mancha en estos tiempos de crisis, que ha logrado sin menoscabo de su obligación de docencia e investigación, capear el temporal y hacerlo llevando el barco a buen puerto». Por último, Cospedal subrayó el papel de la UCLM «como fuente generadora de emprendedores, fomentando la creación de nuevas empresas y facilitando la integración de sus investigadores en unidades empresariales de investigación, desarrollo e innovación».

Y añadió: «Para hacer realidad este modelo hay que conseguir una universidad dinámica, viva y atenta a las necesidades del entorno», por lo que el Gobierno regional «redoblará esfuerzos para poner en manos de la universidad y de la sociedad las herramientas que necesita para afrontar con éxito los retos que se plantean y con el convencimiento de que en esta apuesta reside la fortaleza de España y de Castilla-La Mancha».