El déficit comercial se duplica

Uno de los mayores orgullos del ministro de Economía es la corrección de la balanza exterior de España, de la que forma parte fundamental la balanza comercial. Pero esa corrección empieza a mostrar señales de debilitamiento, empujada por el incremento del déficit comercial, que se ha duplicado en los primeros siete meses del año respecto al mismo periodo de 2013.

Y eso a pesar de que entre enero y julio se registró un récord de exportaciones, que alcanzaron la cantidad de 140.850 millones de euros, el mejor dato desde 1971 cuando comienza la serie histórica. No obstante, ese récord no ha impedido que el déficit comercial llegara a los 13.709 millones de euros entre enero y julio frente a los 6.611 millones del mismo periodo del año pasado, un 107% más.

Las exportaciones han seguido creciendo, un 1,6% en tasa acumulada hasta junio, pero las importaciones han aumentado más, un 6,5% alcanzando los 154.559 millones de euros.

La tasa de cobertura (el porcentaje del volumen importado que se cubre con la cuantía exportada) ha empeorado. En los primeros siete meses dicha tasa se situó en el 91,1%, 4,4 puntos menos que en el mismo periodo del año pasado.

La reactivación de la demanda interna -aunque todavía incipiente- está provocando que se reactiven determinadas importaciones, como las de bienes de equipo, mientras que la ralentización de nuestros socios europeos y de países emergentes frena el aumento de las exportaciones.

No obstante, a pesar de la débil recuperación económica de la Unión Europea (creció sólo 0,2% en el segundo trimestre, menos de lo esperado) y de la evolución absolutamente plana de la eurozona (0,0%), las exportaciones españolas aumentaron un 4,5% y un 4,8%, respectivamente, en los primeros siete meses. España está aumentando sus exportaciones más que la media europea pero menos que Alemania. En todo caso, contrasta con las caídas registradas por Francia (-1,7%) y Reino Unido (-15,1%).

Por sectores, los que más han contribuido al tirón exportador en los primeros siete meses del año son el automóvil, que supone el 15,2% del total de exportaciones; el sector de alimentación, bebidas y tabaco, que representa el 15,6% del total y el de manufacturas de consumo, que aporta el 8,8%. Todos ellos aumentaron más de un 6% sus ventas al exterior.

Los que más compran

¿Y quiénes son los que más compran fuera? En primer lugar, desde luego, el sector de productos energéticos, que representa la cuarta parte del total de importaciones y que es históricamente deficitario; en concreto, hasta julio su déficit ascendía a 23.549 millones de euros.

En segundo lugar, los bienes de equipo, aunque en este caso es una buena noticia porque este sector encadena 16 meses consecutivos de incrementos y refleja que las empresas empiezan a invertir en equipamiento como consecuencia de la incipiente recuperación de la actividad económica. Así, las importaciones de maquinaria para la industria aumentaron un 14,7% y las de material de transporte subieron un 13,2%. También el sector del automóvil juega un papel predominante en las importaciones, con un 12% del total y un incremento del 23,3% en sus compras al exterior.

Al final, el saldo está empeorando mes a mes. De los diez grandes grupos en que el informe de comercio exterior distribuye las compras y ventas, cinco son deficitarios (productos energéticos, materias primas, productos químicos, bienes de consumo duradero, y manufacturas de consumo). Sólo se salvan y tienen superávit comercial el sector de alimentación -que ha mejorado incluso su saldo positivo un 26,3% en los primeros siete meses de este año respecto a igual periodo del ejercicio anterior-; las semimanufacturas no químicas, los bienes de equipo -aunque estos han reducido un 70% el superávit dado el aumento de las importaciones-; el sector del automóvil -que también ha disminuido un 43% su saldo positivo- y otras mercancías.