La población global en la provincia sube ligeramente, pero sobre todo en la Bahía. :: LA VOZ
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Los pueblos, cada vez más pequeños

La crisis, el abandono del campo y la disminución de la natalidad están detrás de la bajada de censados en gran parte de la provincia Las localidades de la Sierra y el interior llevan cuatro años seguidos perdiendo población

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Los datos oficiales que maneja el Instituto Nacional de Estadística dependiente del Gobierno central sobre el padrón municipal de los 44 municipios gaditanos son abrumadores. En los últimos cuatro años la mayoría de localidades de la provincia han perdido población inscrita oficialmente en sus oficinas censales, residentes que se ha ido repartiendo entre otros municipios cercanos, se han empadronado en un nuevo destino, o que directamente han emigrado fuera en busca de un futuro mejor.

Así, el dato global de habitantes en la provincia es de un aumento de apenas 2.000 personas entre finales de 2010 y principios 2014, tras haberse pasado de 1.236.739 residentes a 1.238.492 habitantes, con un caída acentuada desde el ejercicio 2012, cuando la provincia sufrió la mayor bajada poblacional de la última década en el balance interanual.

Si se analizan los datos por localidades, la situación resulta especialmente alarmante en los pueblos pequeños, localidades del interior tradicionalmente vinculadas al campo y al sector agrícola, y en las que muchos jóvenes se han visto obligados a emigrar y la natalidad no es especialmente bollante.

Así, a grandes rasgos, la provincia gaditana lleva cuatro años perdiendo población en las zonas rurales y agrícolas, sobre todo en aquellas de tamaño medio y bajo. Eso sí, en aquellos municipios que han sabido adaptarse a nuevas formas de vida y recursos económicos, como el turismo sostenible o la agricultura ecológica, la disminución es mucho menos acusada.

Es el caso por ejemplo de términos municipales como Alcalá del Valle, que perdió 102 residentes en los últimos cuatro años, Benaocaz (-39 personas), Prado del Rey (-280), Olvera, (-173), Benalup (-192) o Benaocaz (-39), donde las caídas poblaciones son generalizadas, y de otros como Grazalema, Castellar o Vejer. En éste último caso, la explosión turística y comercial que ha sufrido la localidad sí se ha visto plasmada en las cifras de población. De hecho, la localidad vejeriega, actualmente de moda como destino turístico, es una de las pocas localidades del interior donde han aumentado los datos del censo.

Por su parte, otros municipios señeros de la provincia también pierden habitantes. Es el caso de San Fernando, con 400 habitantes menos que en 2010, Arcos y sobre todo La Línea y Algeciras, donde el descenso es más acusado. En el caso linense se ha pasado de 64.645 a 62.697 residentes. En Algeciras se pasó de 116.417 residentes a los 114.277 del último dato oficial. Los expertos justifican esta caída por el frenazo a la natalidad en la provincia, y por la coyuntura económica de crisis, que ha hecho emigrar a muchos jóvenes, y retornar a sus países de origen a numerosos inmigrantes que se habían asentado en la provincia durante el boom.