Los vecinos de algunas zonas se organizan para realizar tareas de limpieza, y pagan determinadas obras. :: LA VOZ
CÁDIZ

«Hemos mejorado, pero aún quedan muchas cosas por hacer»

En los últimos años los ayuntamientos se han propuesto llevar el agua potable a estas zonas, e integrar estos diseminados en su padrón de tributos

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Una de las últimas, y más relevantes, actuaciones impulsadas en las pedanías de Cádiz ha sido el acuerdo suscrito a comienzos de este año entre la empresa Aqualia, el Ayuntamiento de Barbate y los vecinos de Zahora y Caños de Meca para llevar agua potable a estas zonas.

«Esa obra pública es fundamental», aseguran los residentes en estas zonas, que suponen buena parte del imaginario producto interior bruto que tuviera Barbate. No en vano, en verano la población supera las 8.000 personas, la mayoría veraneantes ocasionales, pero en invierno, más de un millar de lugareños hacen vida allí.

Una de las entidades vecinales más activas es la AVV Zahora, que lleva años luchando por dotar de servicios, «y también de dignidad», a la zona. Ir a Zahora este mes de agosto no es como era hacerlo hace solo cinco años.

Uno de los entornos más bellos a pie de playa de la provincia, situado a pocos metros del tómbolo de Trafalgar, «ha mejorado bastante en sus servicios». Pero aún quedan muchas cosas que corregir en materia de vertidos, tráfico o servicios públicos. Otro tanto ocurre en Caños de Meca. El incendio que calcinó en julio uno de los locales más señeros de la zona, puso de manifiesto las dificultades que tiene el paraíso por excelencia de la provincia. Allí, además, moverse es toda una odisea. Y lo es por la infinidad de coches, «pero también porque nadie se decide a eliminar la arena que perjudica a los comerciantes», lamentan. Se refieren a la duna de la carretera del faro, que lleva años haciendo la vida imposible a los negocios allí asentados.

Convertidas en ocasiones en armas para el rifirafe político, ambas pedanías deben subirse al carro de los servicios públicos. El Ayuntamiento de Vejer lleva años luchando por legalizar las viviendas edificadas sin permiso ni control, incluidas las prefabricadas que se han instalado en la zona. Se estima que en El Palmar habría un millar de viviendas fuera de ordenación, de las cuales se podrán legalizar solo unas 800.