Salvados por el turismo

La provincia es de nuevo el destino elegido por miles de turistas para pasar sus vacaciones de verano. La combinación de sol, playa y gastronomía es una apuesta segura que permite abrigar esperanzas al sector de la hostelería. Los últimos datos aportados por la patronal revelan que las expectativas de ocupación hotelera para agosto serán superiores al 85%, lo que supone un incremento de cinco puntos con respecto al año pasado. El bolsillo de las familias parece que empieza a recuperar la alegría después de seis años de crisis y ajustes, aunque aún es pronto para lanzar las campanas al vuelo. Sin embargo, son los propios empresarios los que notan cierta mejoría en el consumo. Este verano, por tanto, puede marcar un antes y un después, pero lo que es evidente que la economía gaditana depende del sector servicios de forma total. No es malo, pero tampoco es garantía de futuro. El turismo es coyuntural y no sirve para rebajar el 42% de tasa de desempleo que tiene Cádiz. Seguramente, los datos de ocupación que arrojará el paro de julio serán positivos, igual que los de agosto, pero luego llegará el otoño y las colas de parados ante las oficinas del SAE serán una constante. Es decir, regresarán al desempleo los camareros y cocineros que han sido contratados para la temporada de verano. La EPA del segundo trimestre de 2014 ha dado un serio aviso a las autoridades en relación a la difícil situación del mercado laboral gaditano. Los datos revelan que mientras que la crisis empieza a pasar página en zonas como Valencia, Madrid o Cataluña, en Andalucía y, en especial en Cádiz, la situación permanece invariable. Es como si hubiésemos perdido el tren del progreso. La provincia no puede vivir solo del sector servicios. Necesita a la industria.