Vuelve aquella 'Justicia del Terror'

El historiador gaditano José Luis Gutiérrez Molina, miembro del Grupo de Investigación Historia Actual de la Universidad de Cádiz y director científico de la página web todoslosnombres.org, presenta en Cádiz el próximo lunes, 28 de julio, su última obra, 'La justicia del Terror. Los consejos de guerra sumarísimos de urgencias de 1937 en Cádiz', de Ediciones Mayi. La presentación del libro será a las 19.30 horas y correrá a cargo de Juan José Téllez, más la participación de Cecilio Gordillo. Esta recopilación de los juicios sumarísimos parte desde el «fracaso de la asonada del 18 de julio de 1936, que transformó una operación de pocos días en un conflicto abierto». A partir de ese momento, se produjeron una serie de juicios sumarísimos de la barbarie. «Controlar y eliminar a los enemigos fue un objetivo prioritario para los golpistas. La muerte, la física y la civil, la cárcel, el trabajo esclavo, la depuración profesional y las humillaciones y vejaciones cayeron sobre hombres y mujeres fueran burgueses liberales comprometidos con el régimen republicano o trabajadores, urbanos y rurales, reformistas o revolucionarios. Los asesinatos se justificaban por su resistencia al golpe», explica el autor de la 'Justicia del Terror', como presentación del estudio

En 1937, con la puesta en marcha de la denominada 'Justicia del Terror', la facultad de Medicina gaditana, las salas de plenos de diferentes ayuntamientos y otros locales en Arcos, Villamartín, San Fernando, Medina Sidonia, Sanlúcar de Barrameda, El Puerto de Santa María y Jerez «se convirtieron en escenarios de las representaciones que eran estos consejos de guerra». Más de un tercio de las víctimas eran vecinos de la sierra gaditana. Cádiz fue la población que más procesados aportó, seguida de San Fernando, Setenil (a pesar de su escasa población) y Puerto Real. Se cumplieron 128 sentencias en el foso de la Puerta de Tierra de Cádiz, en la explanada ante la plaza de toros de Jerez y los cementerios de Arcos, El Puerto de Santa María, Espera, Grazalema, Prado del Rey, San Fernando, Villaluenga y Villamartín, según detalla el autor en la obra citada.

«Los golpistas del verano de 1936 aplicaron una represión exterminadora sobre quienes se habían atrevido a pensar que era posible vivir en una sociedad diferente. Una conducta que sus propios jefes denominaron de limpieza social y que ha sido considerada como un holocausto», recuerda el historiador gaditano, quien parte de esta base para poner ejemplos, nombres y apellidos a las víctimas de aquella injusticia.

«Primero se llevó a cabo mediante la aplicación de bando de guerra. Los enemigos eran secuestrados, encarcelados y, en muchos casos, terminaban asesinados, siempre bajo la decisión última de las autoridades militares», detalla Gutiérrez, quien se centra en el periodo que vino justo después, a partir de marzo de 1937, cuando se puso en marcha el Procedimiento Sumarísimo de Urgencia (PSU). «Una forma de consejo de guerra que buscaba mantener el terror. En Cádiz, en ese año, se instruyeron 456 con casi 1.300 procesados. Los realizaron jueces, abogados y fiscales civiles militarizados y fallaron tribunales de militares golpistas. Eran vecinos de todas las localidades de la provincia. Más de un centenar de ellos fueron condenados a muerte y otro medio millar a diversas penas de prisión». De esta forma, este libro ofrece, por primera vez a escala provincial, una visión completa de cómo comenzó a andar aquella 'Justicia del Terror'.

Especialista

Especialista en anarquismo, Gutiérrez ha publicado trabajos como 'El anarquismo andaluz' o 'El Estado frente a la Anarquía. Los grandes procesos contra el anarquismo español', asegura que no existen las casualidades y que la presentación de su último trabajo de investigación se celebra en el antiguo Gobierno Militar, hoy Centro Cultural Municipal Reina Sofía, en parte, porque reúne las condiciones para este encuentro con la historia gaditana y «porque no deja de ser interesante que aquél fue el centro de reunión donde se fraguó la respuesta al Golpe del 36 desde Cádiz. Fue algo así como el nido de la serpiente. Donde se fraguó todo», sentencia Gutiérrez.

El historiador gaditano subraya que la mayoría de la documentación en la que se basa este último trabajo procede del Archivo Histórico del Tribunal Territorial Militar 2º de Sevilla, «un archivo público y disponible para todos».