Cádiz le gana terreno a sus muelles

Desde que la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), liderada por José Luis Blanco, está viendo la luz al final de los trámites de la futura terminal de contenedores, el puerto de Cádiz está acelerando el ritmo en proyectos que llevan años esperando en un cajón, como la Plaza del Mar (aquel proyecto socialista que proponía incluso un balcón en alto, y que provocaba incluso el sarcasmo al expresidente del puerto, Rafael Barra), con la eliminación de la valla de Canalejas; los accesos desde el segundo puente hasta la terminal de contenedores en la antigua Planta Delta, entre otros. Incluso proyectos recientes como el aparcamiento en superficie en el muelle de Reina Sofía, por petición de vecinos y hosteleros de la Punta San Felipe, prosperan con cierta rapidez. El pasado viernes, 18 de julio, la APBC sacó a licitación la autorización administrativa para la construcción, gestión y explotación de una superficie de 15.000 metros cuadrados para aparcar vehículos en la dársena comercial de Cádiz.

El fin último de la APBC es liberar casi 15 hectáreas, unos 20 campos de fútbol, que conforman la actual terminal de contenedores y que quedarán vacías cuando se traslade la actividad de carga al dique de Levante en 2016.

Falta de suelo

Esta gran explanada que se extiende desde la terminal de pasajeros hasta la Punta de San Felipe ha sido siempre un espacio deseado por Cádiz. El trozo de terreno en cuestión se extiende desde el actual muelle de contenedores hasta la Punta de San Felipe, y mide 400 metros de ancho y 500 metros de largo. Cuando se liberen esos metros, el espacio seguirá siendo de dominio portuario pero el Puerto otorgará concesiones «para usos consensuados». El expresidente de la APBC apuntó que están previstas actividades complementarias con las del puerto, jamás viviendas. Y en el caso de plantearse un hotel, éste tendría que ser aprobado por el Consejo de Ministros. Por esto, lo más lógico es que esa zona se destinase a usos ciudadanos, turísticos y deportivos: oficinas de navieras, alguna tienda y espacio libre para el ciudadano. El estudio de la arquitecta Teresa Bonilla y Asociados diseña el cambio de la Delimitación y Usos Portuarios.

El nuevo aparcamiento que sale ahora a licitación tiene como fin «atender las necesidades de la zona hostelera del Paseo Pascual Pery Junquera, favoreciendo su desarrollo», así como apoyar la actividad comercial del casco histórico, apuntan desde la APBC. Esta demanda fue planteada a partir de la implantación de los nuevos carriles para bicicletas, en la primavera pasada, pero ha coincidido con la buena marcha de las obras de la terminal de contenedores, quedando esta pastilla de terreno casi sin uso, al menos durante los tres próximos años, que es el periodo máximo de concesión administrativa. El aparcamiento tendrá acceso directo desde la calle Nuevo Mundo y la firma concesionaria deberá independizarlo.