Editorial

Una dimisión que pasará factura

La salida de José Antonio Oliva de la presidencia del Comité Intercentros de Navantia supone un varapalo para futuras negociaciones. Su coherencia, sensatez y moderación se echarán en falta

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El Comité Intercentros de Navantia ha perdido un activo muy importante en la portavocía de su plantilla. El sindicalista isleño José Antonio Oliva comunicó ayer su dimisión de la presidencia de este órgano, que representa a los más de 5.000 trabajadores de los astilleros. Oliva abandona el cargo a los trece meses y lo hace argumentando motivos personales. También deja su responsabilidad como presidente del comité de empresa del astillero de San Fernando. La salida de José Antonio Oliva del principal foro de debate de Navantia pasará factura. Oliva ha demostrado con creces durante los últimos años que es un sindicalista atípico, adaptado a los nuevos tiempos que corren, donde la moderación, la sensatez y la coherencia cotizan al peso. Navantia lleva casi tres años paralizada por la falta de carga de trabajo y parte de esta etapa tan negra la ha tenido que sortear en el Comité Intercentros. Precisamente, Oliva se hizo con la presidencia del Comité cuando se negociaba el convenio colectivo y la dirección de Navantia redactaba su plan de viabilidad. Todo apunta a que la decisión de Oliva guarda relación con las discrepancias surgidas con compañeros de su mismo sindicato, CC OO, en Galicia en relación al preacuerdo firmado en octubre sobre un convenio de mínimos para hacer frente a la difícil situación de la empresa. Este preacuerdo, que ahora se tiene que ratificar, implica recortes sociales y una moderación salarial, algo que los sindicatos independientes gallegos y algunos sindicalistas de la factoría de Ferrol no quisieron suscribir. Oliva se va, aunque seguirá como miembro del Comité Intecentros. Echaremos de menos sus razonamientos y, sobre todo, su moderación.