ESPAÑA

Doña Sofía culmina su reinado con la tiara de las flores de Lis

En la cena de gala ofrecida en el Palacio Real usó una de las joyas que, por tradición, sólo pueden colocarse las reinas de España

MADRID. LA DE ANOCHE FUE LA ÚLTIMA CENA DE GALA QUE, COMO TAL, PRESIDIERAN DON JUAN CARLOS Y DOÑA SOFÍA COMO REYES DE ESPAÑA. Actualizado: Guardar
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En el Palacio Real, en honor al presidente de México, tocaba lucir tiara. Y quien en breve cederá su puesto a doña Letizia decidió culminar su aplaudido reinado con una de esas joyas que, por tradición, por expreso deseo de Victoria Eugenia, sólo pueden usar las reinas de España. La pieza en cuestión es la tiara de las flores de Lis. Es, posiblemente, la diadema más simbólica de palacio, la que Alfonso XIII encargó a la firma Ansorena para regalársela a Victoria Eugenia para el día de su boda. Es de las más voluminosas y llamativas de la colección privada de los Borbones -no hay que olvidar que en España no existen joyas de la Corona como tal-. Y es una de las piezas que, con la proclamación de Felipe VI el próximo día 19, pasará a custodiar doña Letizia.

A partir de entonces sólo podrá ser usada por la hoy Princesa de Asturias, quien ayer repescó de su armario el mismo vestido y complementos que lució en la cena anterior a la coronación de Guillermo-Alejandro como rey de Holanda. Más simbología, imposible. Aquella noche, vestida de negro y con la tiara floral que Franco regaló a doña Sofía con motivo de su boda con don Juan Carlos, se despedía a la reina Beatriz para dar la bienvenida al rey Guillermo-Alejandro. Y ayer, en el Palacio Real, la cena también sonaba a despedida. En realidad, estos días son de transición entre uno y otros reinados. De doble celebración. De ahí que don Juan Carlos y doña Sofía, por un lado, y don Felipe y doña Letizia, por otro, no dejan nada al azar. Cuidan sus palabras, sus gestos y hasta sus complementos. Porque en sus 39 años de reinado, la actual soberana sólo utilizó la tiara de las flores de Lis en grandes ocasiones. Una de ellas, la de ayer, la de su despedida en una cena de gala.