Una noche de mucho sentimiento en la provincia

Tiene la Madrugá un halo especial que hace que cada año se vuelva más especial para quienes siguen la Semana Santa. Tras varios años de salidas intermitentes, todas las procesiones salieron en la noche del jueves y pudieron completar su estación de penitencia sin apenas incidentes, reuniéndose así, un año más con sus fieles.

San Fernando

San Fernando ha vivido por primera vez, desde hace muchos años, una Semana Santa casi completa, a falta del Resucitado cuyas previsiones no son muy esperanzadoras. Ya sea por la lluvia o por problemas de las hermandades, lo cierto es que no se realizaban todas las estaciones de penitencia o quedaban deslucidas por los cambios y recortes de itinerario.

Pero este año los isleños han disfrutado del empuje de su Semana Santa, viendo como avanzan, con dificultades pero siguen, las renovaciones de los pasos de misterio y como crece el interés por los cortejos de la ciudad. La Magna fue un punto de inflexión y el crecimiento de la Semana de Pasión en San Fernando continúa, si bien aún queda mucho camino por recorrer.

Pero hay momentos que están ya muy arraigados, como es el caso de la Madrugada del Viernes Santo con la Noche del Nazareno. El viejo, el regidor perpetuo, el Señor de los isleños. Arropado tanto en su salida como a su llegada. Una devoción que se vive con especial intensidad tanto que hay tramos en los que les cuesta avanzar al ir de saeta en saeta, especialmente cuando va de vuelta a su templo y está a punto de llegar.

En la jornada del Viernes Santo destacó la vuelta de Rosario, que llevaba varios años sin salir al estar dirigido por una Junta Gestora. Cambió de sede, antes salía de San José Artesano y el pasado Viernes Santo lo hizo de la Iglesia Mayor, lo que configuró una nueva estampa para esta hermandad, que vivió con especial intensidad su responso en el Cementerio.

La primera en procesionar fue Desamparado. Un Cortejo solemne con los estrenos de dos nuevos faroles entre varales del paso que han sido realizados por el orfebre isleño Miguel Cuadros Belizón. También resaltó las cantoneras de la cruz del Cristo de la Sangre. Con ella se anuncia el final de la Semana Santa. Un final que se toca con Santo Entierro. Uno de los cortejos más largos al contar con la presencia de la Armada, además de autoridades civiles y miembros de las Fuerzas de Seguridad del Estado. Soledad por su parte estrenó la restauración del puñal de la Virgen y corona de espinas para sus manos.

Hoy cerrará la Semana Santa el Resucitado partiendo de San José Artesano, si el tiempo se lo permite.

Chiclana

El Viernes Santo de este año marcó una gran diferencia con respecto a la Semana Santa del anterior. Y es que la hermandad del Cristo de la Vera Cruz, María Santísima del Mayor Dolor y San Juan Evangelista volvió a procesionar por la ciudad, después de que a las seis de la tarde saliese la Cruz de guía desde la capilla del Santo Cristo. El año pasado esta hermandad no tuvo cortejo debido a las dificultades surgidas tras la ausencia de Junta de Gobierno que la gestionase. Así, la salida marcó una nueva etapa de la hermandad con algunas diferencias en el desarrollo de la procesión. En primer lugar, el paso fue portado por la peña de costaleros La Ilusión, algo de lo que se había encargado la Nazarena desde años atrás. También el misterio que acoge a los dos titulares fue acompañado musicalmente por primera vez por una banda de cornetas y tambores, dejando atrás las agrupaciones musicales. En concreto fue la banda María Santísima de la Palma (Marchena) la que puso la nota musical tras el único paso de la hermandad del Santo Cristo.

Junto a ésta, aunque con salida dos horas más tarde, recorrió las calles chiclaneras la hermandad de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Entierro de Cristo. En este caso, el acompañamiento musical para el palio fue el de la banda de música Gailín, de Puerto Serrano. Mientras que el Cristo que desfila yaciente dentro de la urna procesiona en silencio y de forma más sobria. Ambos pasos fueron portavoz por la cuadrilla de hermanos Virgen de La Soledad. Roberto Rodrigo Vázquez fue el capataz del primero, mientras que Francisco Chavez Guerrero estuvo al mando del paso de palio. Su barrio, el de La Soledad, tanto a la salida, como en la recogida fue uno de los puntos donde los fieles arroparon más a sus titulares y con el cierre de las puertas del templo, concluye la Semana Santa chiclanera a falta de la procesión del Resucitado que tendrá lugar en la mañana del domingo.

El Puerto

Una noche larga la vivida en la madrugá con la salida del Nazareno que desde las cinco de la mañana comenzó su penitencia. La recogida estipulada para el mediodía se alargó hasta las 14.00 horas. Dos horas de emoción y devoción en la plaza de España donde cientos de portuenses se concentraron para ver la espectacular entrada del Nazareno en la Iglesia Mayor Prioral, donde los costaleros agotaron sus últimas fuerzas para llevar al Cristo a su templo. Horas después el Cristo de la Vera Cruz, La Soledad y el Santo Entierro completaron su estación de penitencia en un Viernes Santo que se cubrió de nubes y que hizo que más de un portuense mirara al cielo. Cientos de fieles se acercaron tanto a la Iglesia de San Joaquín como a la Prioral para contemplar ambos pasos en una jornada de luto y recogimiento, siendo el silencio lo que más destacaba en las calles de la ciudad al paso de la Cofradía que portaba el sepulcro de Nuestro Señor.

El Sábado Santo fue una jornada de reflexión ya que en cuanto pasos de misterio se refiere no procesionó ninguna hermandad. Hoy los portuenses recibirán a la hermandad de la Resurrección, que dará el broche final a la Semana Mayor de El Puerto, aunque las previsiones meteorológicas no son muy alentadoras ya que han pronosticado lluvia para toda la jornada. La salida, si el tiempo acompaña, está prevista a las 10.00 horas desde la Iglesia Prioral.

Arcos

Catorce horas de Pasión, devoción y entrega a un Cristo al que su pueblo venera. El Nazareno de Arcos, acompañado de la Santa Mujer Verónica y la Virgen del Mayor Dolor y Traspaso, pudo realizar completa y sin problemas su estación de penitencia por todo el pueblo, después de varios años con problemas por la lluvia. La localidad se entregó por completo ante la presencia de la imagen más venerada. Cientos de nazarenos y cientos de personas de promesa acompañaban sus pasos y hacían casi interminable unas largas filas de penitentes que tenían que ir unos pegados a otros.

A las dos de la mañana se abrieron las puertas de San Agustín para que el pueblo diera la bienvenida al Señor de Arcos. Durante varias horas los saeteros aprovecharon cada rincón del Casco Antiguo para rendirle homenaje y miles de fieles buscaban las casapuertas para ver de cerca el paso de Jesús. En la Corredera, casi a las cinco de la mañana, se celebraron las tradicionales plegarias y pasadas las siete el Cristo dio la primera bendición, en el barrio de San Francisco. Después volvió a la zona centro y al Casco Antiguo para, una vez de día, adentrarse en el Barrio Bajo. Allí volvió a ser agasajado con saetas y repartió bendiciones, con su peculiar movimiento de la mano derecha.

Unas horas después, a las siete de la tarde, fue el Viernes Santo el que fue tomando forma. Las puertas de San Francisco se abrieran para que saliera a la calle el paso del Dulce Nombre y el de la Virgen de la Quinta Angustia. Ambos se quedaron el año anterior con las ganas de completar su estación de penitencia, porque tuvieron que volverse a las dos horas de salir por la lluvia, pero este año pudieron completar sus recorrido por el centro y el Casco Antiguo. Este mismo pequeño Cristo volverá a ser protagonista, la semana próxima, el Domingo in Albis, con la procesión del Resucitado, ya que el Domingo de Resurrección se celebra en Arcos el Toro del Aleluya y no hay desfiles procesionales.

Por la noche, a las nueve, también se abrieron las puertas de San Pedro para que la sobriedad del Santo Entierro y la belleza de la Virgen de la Soledad se hicieran hueco en unas calles empedradas y entre los monumentos. El año pasado esta hermandad no pudo llegar a poner un pie en la calle y en los últimos años ha sido de las que más afectadas por la lluvia se ha visto. Esto la hizo aún más esperada en la noche de Viernes Santo y, bajo un luto riguroso, puso el broche de oro a una gran Semana de la Pasión en la que Arcos ha vuelto a demostrar por qué su Semana Santa está declarada de Interés Turístico Nacional.

A la una de la mañana volvió el Dulce Nombre a su templo y media hora después, a la una y media, lo hizo la procesión del Santo Entierro. Las puertas de Santa María se cerraron y el mundo cofrade de Arcos empezó a desear una Semana Santa de 2015 tan esplendorosa como la que acaba de terminar.