El misterio más antiguo de Cádiz

En el punto más alto de la antigua isla de Erytheia, la menor del antiguo archipiélago gaditano, se ha vivido un hecho histórico, para esta ciudad y sus gentes, pero también para la arqueología mundial. Bajo lo que hoy es el Teatro de Títeres la Tía Norica, a nueve metros de profundidad del solar del antiguo Teatro El Cómico, ha emergido Gadir. Recorremos sus calles, vemos sus casas, conocemos a alguno de sus vecinos, descubrimos los modos de vida de nuestro tiempo más pretérito, soñamos con la primera época de esplendor comercial de la actual Cádiz, atestiguamos que ésta es la ciudad más antigua de Occidente. Gadir, el yacimiento, ha descubierto sus casi 3.000 años de historia. Ya no se encuentra latente, ya es una realidad. Visitable y legible. La última joya cultural y turística de la capital gaditana empieza desde hoy a lucir para todo aquel que quiera acercarse al enclave de la calle San Miguel. Ya no hace falta que te cuenten cómo era el asentamiento fenicio, ahora te sumerges en él, poco a poco, paso a paso. Nos guían las más avanzadas tecnologías, el máximo rigor científico y un práctico y pedagógico sentido del ocio. Lo primero, a oscuras, sesión de cine. Ponen una de misterio. Al protagonista, Mattan, su venerado dios Baal le ha encargado una misión: Leer el enigma del futuro. Gracias a él, desentrañamos el pasado.

En un contexto de máxima expectación y aún mayor alegría, ayer fue inaugurado oficialmente el Yacimiento Arqueológico Fenicio Gadir. Un eslabón vital en la Ruta Cádiz Fenicia, que a su vez, y como bien recordó ayer la alcaldesa Teófila Martínez, se integrará en la Ruta de Ciudades Fenicias en la que el Ayuntamiento gaditano está trabajando en colaboración con otros consistorios españoles.

La visita comienza con la proyección de un vídeo de unos diez minutos sobre el Cádiz fenicio, las civilizaciones y los vestigios que han dejado su impronta en el yacimiento. Cuando acaba la película, se hace la luz, se desvela el secreto en el que se lleva trabajando años, desde que en 2006 se descubrieran las primeras pruebas que demuestran y datan la ocupación de aquel pueblo. No fue el único. Las actuaciones arqueológicas que imponía la construcción del Teatro Estable de la Tía Norica, fueron arrojando la estratigrafía más completa conocida de Cádiz, puesto que abarca desde la actualidad hasta los finales del siglo IX a. C. con trazas de urbanismo de todas las épocas y una ocupación en superficie de la totalidad del solar. Lo dicho, cuando se consume la cinta, se sube el telón y vuelve la luz. Justo al lado de los asientos desde donde hemos asistido a la proyección, descubrimos el cadáver de Mattan, otrora Valentín. Después del impacto, el visitante puede pasear libremente por una pasarela de cristal. A sus pies, la trama urbana que hace tan especial al yacimiento. Se conservan ocho viviendas distribuidas en dos terrazas y organizadas en torno a dos calles pavimentadas. Los fenicios eran expertos en la denominada arquitectura de la tierra, es decir realizadas principalmente con barro y arcilla. Igualmente, el recorrido permite contemplar cómo era la distribución de las estancias de las casas. En este sentido, en Gadir se observan a la perfección las cocinas, con un horno que servía para hacer el pan de pita. Igualmente se aprecia en algunas de las viviendas la presencia en su interior de bancos corridos de arcilla adosados a los muros, ubicados en los puntos donde se realizaban las tareas domésticas diarias. También se advierte durante la visita la forma de las calles, pavimentadas con arcilla y después, por mor de la acumulación de basura, vueltas a pavimentarse. Durante el paseo, nos topamos además con la huella de una ocupación posterior, la romana. Así, en un nivel más alto al de la urbe fenicia, presiden los restos de las construcciones de una factoría para la manufactura pesquera romana, con sus piletas para realizar pescados de salazón.

Hasta los huesos de un gato -uno de los arqueólogos del yacimiento, Pepe Gener, informa de que aparecieron piezas de otros animales también- se pueden divisar desde la pasarela. Lo que no se pisa o queda lejos, se sustituye con la más vanguardista tecnología, una ambición que da un resultado espectacular a la visita y que responde al carácter didáctico del proyecto museográfico, llevado a cabo por la empresa Vitel S. A., que entre otros trabajos ha participado en la instalación de multimedia en varios parques temáticos como Warner de Madrid o Terra Mítica de Benidorm. Y, ¿en qué consiste todo este despliegue tecnológico? Pues en tres puntos de realidad aumentada en los que el visitante puede usar tablets para ver, de forma pormenorizada, elementos tridimensionales sobre las propias ruinas. También se ha habilitado una cámara multipropósito que permite adentrarnos en una cisterna romana hallada en el yacimiento y que fue trasladada a los jardines de Varela en 2010. Todo esto mientras vemos pasar los milenios frente a nuestros ojos. Un panel de 17 metros domina la escena. La máquina del tiempo va mostrando cómo era el paisaje y la vida tanto en tiempos de los fenicios como de los romanos. Cómo ha ido cambiando la silueta hasta llegar a la actual Cádiz.

Revulsivo para la economía

Cabe señalar, que aunque todo no se conserve in situ, las prospecciones arqueológicas, realizadas por José María Gener y Juan Miguel Pajuelo, sacaron a la luz otros importantes hallazgos, como unas crétulas de arcilla para sellar documentos. Una de las viviendas tiene un taller de alfarería, donde se han hallado restos de un torno de alfarero, grandes recipientes rellenos de tinte y utensilios de hueso y marfil para la decoración de la cerámica.

Con todo este despliegue por delante, con la cultura y la historia como tesoros patrimoniales y turísticos, la jornada de ayer se antojaba de fiesta. La inauguración oficial del Yacimiento Gadir congregó a representantes de las instituciones y sociedad gaditanas. A la cabeza, la alcaldesa, Teófila Martínez, feliz. «A partir de mañana -por hoy-, abrimos a todos las puertas de nuevo atractivo turístico de incalculable valor histórico y cultural. Como Ayuntamiento, teníamos la responsabilidad de recuperar y mostrar este tesoro arqueológico que demuestra la riqueza patrimonial de una ciudad que ofrece más de tres mil años de historia. Estoy segura de que será un revulsivo para el turismo y la economía de Cádiz», fue lo primero que destacó en su intervención. En este acto de apertura, también estuvo presente, además de destacados miembros de la comunidad arqueológica, el presidente de la Diputación de Cádiz, José Loaiza, institución que ha colaborado con el Ayuntamiento gaditano en el proyecto. El también alcalde de San Fernando felicitó a la primera edil gaditana «por este importantísimo trabajo, ejemplo de lealtad institucional y de cómo se trabaja con adversidades. Un yacimiento que aúna tradición, historia y modernidad y que es un reclamo turístico para los gaditanos, para la provincia y para todos aquellos que nos visiten», declaró.

Y es que la relevancia de los restos encontrados bajo el que desde 2012 funciona como Teatro de Títeres La Tía Norica, obligó a que el yacimiento se convirtiera en el de mayor inversión de este margen del Mediterráneo. Su puesta en valor ha sido gestionada por el Instituto de Fomento, Empleo y Formación (IFEF) del Ayuntamiento de Cádiz y se enmarca en el proyecto Namae, cofinanciado en un 75% por la Unión Europea a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional Feder 2007-2013 y en un 25% por el IEDT de la Diputación de Cádiz en el marco del Programa Operativo de Cooperación Transfronteriza España Fronteras Exteriores (Poctefex). La recuperación y adaptación de este espacio para su apertura al público han supuesto una inversión de 949.826 euros.

Cuentan que ésta es la ciudad más antigua de Occidente, que la llaman la trimilenaria, que fue una metrópoli influyente. Hablan de tirios, fenicios y romanos. Dicen, dicen, dicen... Por fin, ya, se ve.

La entrada gratuita en pases de media hora

La visita turística-cultural a este importante yacimiento será posible desde hoy. Por cuestiones lógicas de seguridad y para un mayor entendimiento del recorrido, los asistentes irán entrando en grupos de máximo 30 personas. Habrá un pase cada 30 minutos, en horario de 10 a 13 horas (último pase) y de 17 a 19, 15 horas. Para evitar aglomeraciones, se deberá recoger en taquilla previamente un ticket de manera que se puedan ir formando los grupos. La entrada al yacimiento es gratuita. Estará abierto de martes a domingo.

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