El vuelo de Airbus en la Bahía

Si las empresas tractoras de la Bahía funcionaran con la misma precisión que lo hace la aeronáutica Airbus, otro gallo cantaría. Seguramente, el tejido industrial no estaría hecho jirones y la tasa de paro no sería del 40%. La compañía se prepara en estos momentos para acometer la ampliación de sus instalaciones con el fin de poder doblar la producción del nuevo avión A350. El gigante europeo se ha caracterizado por adelantarse a su tiempo, por prever las crisis y, sobre todo, por superar a su más directo competidor: Boeing. Esta es la única forma de triunfar. Airbus realizó un ajuste de plantilla en 2004, el famoso Power 8, y puso en cuarentena algunas de sus inversiones. Lo más llamativo de esta decisión empresarial es que se hizo cuando la compañía se encontraba en su mejor momento de producción y negocio. Los ejecutivos de Airbus reconocen ahora que gracias a esa decisión han podido capear el temporal y salir fortalecidos. Los frutos se recogen ahora. El gigante europeo ha reordenado sus líneas de negocio y ha especializado sus plantas para hacerlas más competitivas. A su vez, ha logrado optimizar los recursos sin bajar un ápice el listón del I+D+I. Esta filosofía empresarial ha llevado a la compañía a la primera línea de vanguardia, tanto civil como militar, y es el referente de las aerolíneas. Tras su ajuste nació el superjumbo A380, que ha conquistado el mercado de los grandes aviones de pasajeros, y ha alumbrado el A350, la joya de la corona que tiene como misión copar el segmento medio de los aviones comerciales. De nuevo, la compañía vuelve a pensar en un plan de restructuración no traumático para adaptar su sistema de producción a las nuevas necesidades que se le vienen encima durante la próxima década. Trabajo, desde luego, no le falta.