Gaditanosis

Sí, gaditanosis. O enfermedad que consiste en llamar Cádiz a todo lo dichoso porque Cádiz (ser o estar) Carnaval. Llega febrero, llega la vida, llega el amor. Florecen las preliminares y se amontonan las series sin ver en la memoria del cacharro del Ono. Soy gaditanósico: veo la realidad por ojos de las agrupaciones: todo es Cádiz. La culpa la tuvo José Fernández Varo, Jefe de Sala del Gran Teatro Falla, que no me echó el día que debió y pudo. Sembró el germen, dejó florecer la Viña en mí. Y le estoy agradecido.

Desde que empezó el COAC discierno mi vida con un velo turbio como Andrea Landa ('Gente Muerta', próximamente en sus cines) y me cuesta trabajo distinguir lo carnaval de lo irreal. Oigo que la Infanta Cristina fue el sábado a declarar como imputada a la Cuesta de las Calesas. Hubo polémica sobre dónde iba a aparcar, porque no es lo mismo cruzar el paso de peatones de Río Saja que subir desde Canalejas. Por la cuesta arriba. Encima va uno -Carmelo de Cadi, estoy convencido- y le hace a escondidas un vídeo para La Voz del Carnaval, declarando al juez: «Yo no he fuido. Ha hecho mi Iñaki». Y el juez, oyendo a Pepe Trola: «si me quieres creer, me crees».

Normal, por otro lado, la que se lió en los Premios Goya mientras Yosu Bocuñano negociaba con Urkullu el proceso de paz y/o desarme de ETA. Tenemos un ministro de incultura -Bardem dixit- muy apañado. Wert estudió la añada española y tomó el AVE 'Bernabéu-Carranza' para ver a un grande de verdad. Pero grande, grande. El Canijo de Carmona, vamos. Luego, decidió quedarse en la tacita porque para ver una chirigota de actores, mejor que fuera profesional, como la del Selu. Siempre fue don Juan Ignacio más chirigotero que cuartetero (sobre todo desde que no sale el Batidora), y se le nota.

Algo escuché también sobre Enrique Miranda, un tipo encantador, que está sorprendiendo con su conocimiento del Carnaval y todas las rerum humanum et divinum. O al revés. ¡Viva la Quiquepedia! (Juanelo is dead). Aunque la que tiene de verdad un problema es la guapa Mirian Peralta porque me dicen que Inmaculada Michinina quiere su puesto en Onda Cadiz. Se explicarían así sus recientes anuncios: va a concurrir a las municipales y posará en top-less para Interviú. Quiere ser la Peralta en lugar de la Peralta, como decía Iznogoud el infame, que al parecer febrerea en Alcalá de Guadaira, para curarse la gaditanosis.

@montieldearnaiz