El destructor Donald Cook, el primero de los que serán desplegados en Rota, atracado en Funchal. :: EFE
ANDALUCÍA

Rota se incorpora desde hoy al 'escudo antimisiles' de la OTAN

La comarca comienza a notar los beneficios de la llegada del nuevo contingente de marines y sus familias, que se cifra en hasta 4.000 personas

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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La base naval de Rota se prepara para recibir este mediodía al primero de los cuatro buques de la Armada norteamericana que formarán parte del 'escudo antimisiles' de la OTAN. Al otro lado del perímetro de la instalación militar, la población de la Bahía gaditana confía en obtener beneficios de este contingente militar, que se calcula que llegará a suponer un incremento de la población en cuatro mil personas, incluidas las familias de los 'marines'.

El destructor USS Donald Cook, que partió el 31 de enero de su base permanente de Norfolk (Virginia), llega hoy a Rota como avanzadilla de este 'escudo antimisiles', al que se incorporarán los buques USS ROSS, que arribará después de verano, y el USS Porter y USS Carney, que estarán en su nuevo puerto en 2015.

Los buques patrullarán por el Mediterráneo con la misión fundamental de interceptar posibles misiles que fueran disparados desde Irán contra el flanco europeo de la Alianza Atlántica. Se trata, pues, de un acuerdo multilateral, no bilateral con EEUU., que fue anunciado de manera sorpresiva por el presidente Zapatero al término de su mandato, en octubre de 2011, y fue refrendado un año más tarde por el actual ministro de Defensa, Pedro Morenés. Pero también a partir de ahora la Alianza Atlántica y el Pentágono contarán con más efectivos para realizarán otras misiones, como «seguridad marítima, ejercicios de entrenamiento bilaterales y multilaterales y otros despliegues y operaciones de la OTAN». Algo de especial importancia en estos momentos en que arrecian las crisis en el Sahel y en el Magreb islámico. EEUU ha aprendido la lección de su imprevisión en las revueltas de Libia, que le costó la vida a su embajador en Trípoli y en este sentido se enmarca también la intención de incrementar su presencia aérea en la base sevillana de Morón.

Los cuatro destructores están equipados con el sistema 'Aegis', del que también disponen las fragatas más avanzadas de la Marina española, que es capaz de detectar e interceptar misiles enemigos. El 'escudo' se teje con el apoyo de estaciones de radar en Turquía e interceptadores terrestres en Rumanía y en Polonia.

'Welcome to Rota'

En la población de Rota, en el cercano Puerto de Santa María y en la Bahía gaditana, una comarca azotada por una tasa de paro que en la última EPA ha marcado el triste récord del 40,6% se espera que la llegada de los marines y sus familias se convierta en un revulsivo económico. No en balde la base militar está considerada la 'principal industria' de la población. Está previsto que lleguen en los cuatro destructores un total de 1.200 militares, a los que habrá que sumar sus cónyuges e hijos.

La alcaldesa de Rota, Eva Corrales (PP), confirma que ya se están notando los primeros movimientos, en los alquileres de la zona. Las reformas en el interior de la base hace imposible que los militares y sus familias se alojen en su interior, por lo que han de buscar casas en los alrededores y a precios interesantes.

El ayuntamiento mantiene frecuentes contactos con las autoridades militares de la base y realiza sesiones de intercambio con agentes económicos de la zona. Además, ha establecido una oficina, bajo el explícito nombre de 'Welcome to Rota', en la que se ofrece a los 'marines' toda la información que precisan sobre oferta inmobiliaria, los centros educativos bilingües, los servicios de salud, así como las posibilidades de ocio, de turismo y, sobre todo, la seguridad de la zona.

Habrá repercusiones directas para los astilleros gaditanos, que se harán cargo de las reparaciones de los buques, con la promesa de que lleguen a recibir el encargo de toda la VI Flota, algo que espera conseguir el presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz, Javier Sánchez Rojas, con sus evidentes repercusiones sobre toda la industria naval auxiliar, ahora de capa caída con la paralización de Navantia. Otros sectores, desde transportes hasta los diversos servicios, confían en beneficiarse del despliegue.

Aunque el 'escudo antimisiles' no va a crear empleo directo, la alcaldesa de Rota calcula que se van a originar unos 1.200 indirectos y que se dará oxígeno a muchas contratas y a los servicios de ocio y hostelería de la zona. En el pueblo se recuerda la prosperidad que llegaba a sus calles cuando lo hacía la IV Flota a los muelles de la base, creada hace 60 años por el acuerdo Franco-Eisenhower.

Sin embargo, hay también reticencias sobre los verdaderos efectos que vaya a tener este despliegue militar. Ignacio García, parlamentario andaluz de IU y residente en la zona, afirma que «por la experiencia que hemos tenido hasta ahora, sabemos que la gente no sale de la base, que compran allí y que tanto los objetos de consumo como los suministros vienen de Estados Unidos». García llama también la atención sobre la necesidad de considerar en los planes de protección civil los nuevos riesgos que contrae la población de la zona por este refuerzo del habitual despliegue militar. La alcaldesa roteña afirma que la población está acostumbrada a pagar este precio y espera que se le recompense por ello: es histórica la reclamación del pueblo por cobrar el IBI de las instalaciones militares, a lo que Defensa se niega, y de momento ha conseguido percibir el impuesto de circulación de vehículos.