CÁDIZ

Arranca en Elche el juicio por el secuestro de una menor portuense

La joven se escapó hace dos años con el que entonces era su novio, que finalmente la retuvo a la fuerza durante 27 días en Alicante

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Un tribunal de Elche será el que finalmente juzgue el presunto secuestro de la menor, residente en El Puerto, ocurrido en agosto de 2011, por el que entonces era su novio, un militar que estaba destinado en Camposoto. El juzgado alicantino celebrará hoy la primera vista oral tras la que se conocerá la pena definitiva que pide el fiscal para los imputados, todos procedentes del entorno familiar del joven.

Los padres de la adolescente, que entonces tenía 13 años, denunciaron su desaparición a principios de agosto tras encontrar una carta en la que les comunicaba su marcha sin mencionar el destino. Ese detalle dio pie para que las sospechas recayeran desde el primer momento en su novio, de origen colombiano como ella, y once años mayor. Al parecer, la oposición de la familia a esa relación podría haber desencadenado lo que en un principio comenzó como una fuga y posteriormente se convirtió en un secuestro.

La investigación comenzó en el entorno de la Bahía y conforme pasaron los días fue abriéndose a otras provincias hasta trasladarse a Alicante, donde reside la familia del militar. Fue allí donde los agentes de la Policía Nacional lograron dar con la menor 27 días después de que se marchara. En esa operación se llegó a detener a nueve personas, entre ellos, los padres, un tío y una prima del novio, que lo ayudaron presuntamente a retenerla en distintas viviendas, tanto en la provincia de Cádiz como en la localidad de Villamartín-Orihuela Costa (Alicante), con el objetivo de «ocultar la relación con la menor para eludir su responsabilidad penal» y la expulsión del Ejército. También fue detenido el compañero de piso del militar, la hermana de éste y otro soldado del cuartel de Camposoto, que le prestaron supuestamente ayuda.

Durante el tiempo que duró el cautiverio, la chica fue trasladada al menos a tres viviendas distintas para evitar que fuera descubierta. En ellas, la pequeña llegó a dormir sobre el suelo para evitar el calor, pues los dormitorios no tenían ventilación, con las puertas y ventanas cerradas bajo llave. De hecho, fue necesaria la ayuda de bomberos para acceder a la casa donde la retenían, según dio a conocer la Policía una vez que se levantó el secreto de sumario.