CÁDIZ

Dragados contrata a más operarios para acelerar la obra del puente en La Cabezuela

La empresa instalará dos nuevas grúas y ha tirado de encofradores y soldadores para colocar parte del tablero que discurre de la pila 15 a la 20

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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La obra del segundo puente de Cádiz ha sufrido su tercera reprogramación en seis años ante la imposibilidad de cumplir con los plazos previstos y anunciados. Todo apunta a que se trata ahora del calendario definitivo después de varios intentos fallidos. La empresa adjudicataria, Dragados, ha comenzado 2014 con un nuevo plan de obra, que la ha llevado a practicar más contrataciones de operarios para acelerar el ritmo de trabajo en varias secciones. Mientras que las grúas se afanan en la colocación y ensamblaje de los 1.180 metros que componen el tramo atirantado, se abre en las próximas semanas un nuevo foco de actuación. Se trata de la instalación del tablero que discurre entre las pilas 15 y 20 por el Bajo de La Cabezuela hasta entroncar con la plataforma que llega hasta el nudo del Río San Pedro.

La paralización de los trabajos en junio de 2010 por impagos de tres certificaciones de obra, así como la ralentización de 2011 y los contratiempos sufridos entre 2012 y 2013, en este último año fueron varios temporales con fuerte viento de levante, dieron al traste con todos los pronósticos de apertura del segundo acceso de la Bahía. Esta situación obligó a los técnicos a elevar en dos ocasiones al Ministerio de Fomento un nuevo calendario de finalización de la obra y combatir así el retraso que acumulaba el proyecto, acrecentado en la última etapa de gestión del Gobierno socialista. Sin embargo, ambas reprogramaciones tampoco fueron de fiar. De hecho, la propia ministra de Fomento, Ana Pastor, siguió en marzo del año pasado a pie juntillas lo que ponían los papeles y se atrevió a adelantar durante una visita a Cádiz a las obras de ampliación del puerto que el puente estaría acabado a finales de 2013. El anuncio de la responsable de Fomento cogió por sorpresa a todos los presentes, que no daban crédito de tal afirmación. En ese momento, el proyecto se encontraba al 75% de su ejecución y resultaba complicado aventurar una terminación tan rápida, sobre todo, cuando el tramo atirantado estaba aún sin montar. Una vez más se falló en los cálculos, pero todo apunta a que a la tercera va la vencida.

Pastor destacó a finales de noviembre, durante otra visita a Cádiz con motivo en este caso de la presentación en la ciudad de la Estrategia Logística nacional para el transporte de mercancías, que, a partir de ahora, habrá que responsabilizar a la empresa adjudicataria del segundo puente de cualquier retraso en la obra. No hay excusas para que sufra nuevas demoras.

Un sobrecoste de 200 millones

El proyecto se adjudicó en 2007 por 273 millones de euros y suma ya 473,5 millones de euros, lo que supone un sobrecoste de 200 millones de euros. Pastor indicó que ya no hay motivos para retrasar un minuto más la obra, ya que cuenta con financiación garantizada hasta 2016. El Gobierno de la Nación pagó en 2013 un total de 68 millones de euros, ha reservado para 2014 un montante de 61 millones y ha dejado para 2015 una partida de 46,9 millones de euros. La última letra del puente se abonará en 2016 y tendrá un importe, casi simbólico para las cifras que se han manejado, de 1,6 millones de euros.

Al día siguiente de que la ministra responsabilizara a Dragados de cualquier retraso, LA VOZ adelantó el cese del que había sido jefe de obra durante los dos últimos años, el ingeniero Julio Domingo de la Blanca. El Ministerio nombró entonces nuevo responsable de la obra del segundo puente de Cádiz a Fernando Pedrazo, un veterano de la casa que había sido jefe de Planeamiento y Proyectos de la Demarcación de Carreteras de Extremadura. Pedrazo asumía esta nueva responsabilidad con una orden clara de Fomento: acelerar los trabajos y mejorar la comunicación y la relación con la empresa adjudicataria.

Una de las primeras medidas que se han tomado tras la llegada de Pedrazo al frente del proyecto ha sido la reprogramación de los trabajos. De esta forma, Dragados ha dado luz verde a la contratación de una legión de operarios para culminar la instalación del tablero que discurre entre las pilas 15 y 20 en el Bajo de la Cabezuela. Se trata del tramo que se eleva desde las oficinas de Dragados hasta conectar con la pila 14, donde arranca el tramo atirantado y continua con su elevación hasta la pila 13 que, junto con la 12, en mitad del agua, forman los dos ejes centrales del puente.

Turno de noche

Para ello, la empresa Dragados ha tirado de encofradores y soldadores y colocará dos grúas para facilitar la instalación de las estructuras. Asimismo, la empresa mantiene los tres turnos de trabajo en todas las secciones de la obra que retomó el pasado julio.

No es la primera vez que la obra cuenta con un turno de noche. La adjudicataria también lo implantó en septiembre de 2010 tras el parón que sufrió el proyecto entre junio y agosto como consecuencia del impago de tres certificaciones de obra por parte del Ministerio de Fomento, entonces en manos del socialista José Blanco.

El proyecto se encuentra ahora en una de sus fase más delicadas y complejas con el desarrollo del tramo atirantado sobre el mar, entre las pilas 11 y 14. El trazado de mayor envergadura se localiza entre las pilas 13 y 12, donde hay que cubrir 540 metros de tablero sin ningún punto de apoyo. Es la parte del puente de mayor belleza y, al mismo tiempo, de mayor trabajo de ingeniería, ya que es el punto de la estructura donde los 173 tirantes se desplegarán desde las dos columnas centrales para soportar el tablero. Los cuatro carros de izado ya están instalados en las pilas centrales y la colocación de las dovelas durará, al menos, hasta mediados del verano. Una grúa de grandes dimensiones, instalada sobre una gran plataforma flotante, se encargó a finales del año pasado de colocar los carros de izado en la pila 12, situada en mitad del agua. Esta grúa ya se ha retirado y desde ahora será una pontona la encargada de trasladar las dovelas para su izado y ensamblaje en altura.

La última pieza que se instalará en el puente será su tramo desmontable, es decir, la estructura de 150 metros de largo que permitirá el paso de aquellos barcos que superen los 65 metros de altura y que no puedan cruzar por mitad del viaducto. Esta pieza se encuentra terminada desde hace meses en la nave de Dragados Offshore.

A punto para las elecciones

La nueva fecha que figura en el calendario de los ingenieros para la terminación de la obra es marzo-abril de 2015, casi dos meses antes de la celebración de las elecciones municipales, aunque no es descartable que la inauguración oficial del puente se lleve a cabo en vísperas de las elecciones generales, a finales de ese mismo año.

En las oficinas de Dragados también se detallan ahora los elementos ornamentales del nuevo puento. Así, el color elegido finalmente será el mismo gris del hormigón, mientras que las protecciones del tablero y las barandillas tendrán un color azul, idéntico al que decora las infraestructuras propias del Ministerio de Fomento. En relación a la iluminación, los técnicos apuestan por luces led, que permitirán cambios cromáticos