Savia nueva en el colegio Arbolí

Desde ayer comparten edificio 350 niños del colegio Carlos III con los abuelos del Centro de Educación Permanente Pintor Zuloaga, cuyos alumnos llevan más de diez años en estas instalaciones. La jornada escolar comenzó mucho antes que en otras ocasiones para algunas familias. Tenían que recorrer buena parte del centro de Cádiz para llevar a sus hijos hasta la calle Arbolí, donde recibirán clases durante más de tres meses, mientras se repara la cubierta de su colegio que comenzará en breve, ya que, como adelantó LA VOZ, la adjudicación de dichas obras fue publicada el día 8 de enero en la web del ente público de Infraestructuras y Servicios Educativos (ISE) de Andalucía. Los trabajos han sido adjudicados por un importe algo inferior a los 150.000 euros (149.853,67 euros) y un plazo de ejecución máximo de tres meses. La empresa adjudicataria es la firma Construcciones y Cerámicas Lagos.

Esta noticia ni siquiera era conocida ayer por las madres (mayoría en la puerta del colegio) que acompañaron a los niños a su nuevo centro. Los pequeños miraban curiosos y buscaban a sus compañeros y muchos hacían referencia al patio interior al aire libre de Arbolí, una novedad para los estudiantes del Carlos III que disfrutan de su recreo en la azotea o en el patio interior, en el caso de los más pequeños. Los pequeños no sabían que este centro tiene un segundo patio pero fue el aspecto más valorado por las madres en la entrada.

Las más madrugadoras, y más perjudicadas, son las familias que tienen a sus hijos divididos entre el San Rafael (que acogió desde el inicio del curso a los alumnos de 5º y 6º de Primaria) y el Arbolí, desde ayer. «Lo cierto es que hemos calculado mal la hora», comentaba una de las madres afectadas, Mercedes, que llegó a las 8.15 horas para dejar a su pequeña, con la intención de que le diese tiempo de llegar con el mayor, que cursa 5º de Primaria, hasta San Rafael antes de las 9.05 horas.

Por lo demás, ni una queja ni un ‘pero’ que poner a la solución a la que han llegado Ayuntamiento y Junta para ofrecer seguridad al alumnado del Carlos III.

Ana Domínguez, una de las madres afectadas, explicó que están «encantados con el cambio porque el colegio Arbolí reúne todas las condiciones mínimas de seguridad, quen no teníamos en nuestro centro». Para Silvia Plata, que además es madre delegada de curso, las administraciones públicas han reaccionado «bien y rápido» y manifestó su intención de «volver siempre al Carlos III, pero sin prisas, que arreglen bien la cubierta...».

Autocrítica

Francisco Nondedeu, padre de alumno, quiso puntualizar que las familias deberían colaborar más «y dejar respirar a los niños en la entrada del colegio», haciendo referencia al pequeño lío que se armó en el primer día de clase de Arbolí. Otra madre delegada, Cristina Bolaño, señaló directamente a la prensa como responsable del traslado «porque han alertado demasiado. Hemos sufrido un miedo infundado porque el edificio del Carlos III es viejo como todos los de Cádiz» pero concluyó añadiendo que estaba más tranquila desde que sabe que su pequeño estará en el Arbolí hasta que finalicen las obras en su centro.