CÁDIZ

Los pioneros andaluces del salto universitario al mundo empresarial

En el seno de Aicia nacieron firmas de profesores de ingeniería en los ochenta

| SEVILLA. Actualizado: Guardar
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La Asociación para la Investigación y Cooperación Industrial de Andalucía (Aicia) es la cuna de las empresas universitarias más veteranas de la región. Este centro nació en 1982 en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de la Universidad de Sevilla «de la iniciativa de un grupo de profesores que eran conscientes del potencial humano y la capacidad del servicio que esta institución podía ofrecer a la sociedad». De sus grupos de trabajo nacieron las dos primeras spin off de la comunidad: Inerco, especializa en ingeniería, prevención e inspección, que se fundó en 1984 y que hoy tiene unos ingresos de 29,3 millones y presencia en países como Polonia, Colombia, Perú, Chile y Estados Unidos; a la que le acompañó Isotrol, centrada en servicios de ingeniería y sistemas de información para sectores como el energético, cuya facturación es 13,6 millones. «En aquellos años el papel de Aicia fue importante porque existía un vacío legal para estas iniciativas y la mentalidad imperante en el mundo universitario no era proclive a este tipo de saltos al sector privado», afirma Pablo Cortés, gerente del centro de investigación.

Los cambios legislativos y la llegada de programas para favorecer el nacimiento de empresas de base tecnológica -como el Campus, impulsado por la Junta de Andalucía- han acelerado esta tendencia. Cortés apunta que Aicia tiene 28 equipos de trabajo en todos los sectores industriales (como el aeroespacial, la energía, los materiales, la nanotecnología o las infraestructuras). «Prestamos nuestros servicios de innovación a las principales compañías con presencia en Andalucía, como Abengoa, EADS, Endesa o Navantia, y esto ha dado lugar a algunas de las empresas universitarias más prometedoras de España», indica Cortés. Cita dos sociedades que iniciaron su andadura a partir de 2003 y que hoy son casos de éxito.

Una de ellas es GP Tech, especializada en el sector renovable, que diseñó un dispositivo innovador para conectar instalaciones eólicas y fotovoltáicas a la red general (esta enseña tiene un negocio de 22,6 millones, casi el 90% en el mercado exterior). El otro gran ejemplo es Teams, con clientes de la talla de Airbus, Gamesa o el Instituto de Técnica Aeroespacial (Inta), todos ellos del sector aeronáutico, al que da soporte en el campo de los materiales, ensayos y verificación instrumental. «Dieron el salto al mundo empresarial tras detectar en Aicia cuáles eran las demandas del mercado».

Con estos precedentes, la creación de compañías de base tecnológica a partir de equipos de investigación se ha acelerado exponencialmente, entrando en segmento altamente innovadores. Así ha ocurrido con Ingeniatrics (fundada por el catedrático Alfonso Gañán tras comprobar las enormes posibilidades de sus hallazgos en el campo del comportamiento de los fluidos a escala micrométrica en sectores como la farmacia o la alimentación) o Adevice, que ofrece soluciones tecnológicas en terrenos como la telelectura de contadores, la eficiencia energética o las smart cities. En los últimos años la lista se ha ampliado con nuevos nombres como Simetrycal, Skylife, Idener, DVA Global Energy, Solarmems, D&B Tecnología, Optimal Performance, Virtualmech, Tic Touch o Ingelectus.

Aicia es el séptimo centro tecnológico por ingresos de España (generó un negocio de 12 millones el pasado año) y el segundo del país en contratación de I+D del sector privado. «En 2012 logramos el 60% de los proyectos de Innterconecta y en 2012 el 30%». En el último ejercicio realizaron 140 trabajos de investigación y de sus 12 millones de facturación «más del 90% proceden de contratos con el sector privado». En sus equipos de trabajo han participado 210 profesores. «Otra de las funciones de este centro es experimentar la realidad del sector industrial para mejorar su transmisión al alumnado», concluye.