FIABILIDAD

El Cádiz ha empezado a correr. El equipo, lo que ilusiona al aficionado, lo que de verdad da sentido a todo esto, alza el vuelo. En el 'pack dúo' de derbis ha respondido a las exigencias marcadas, las que contraen el gesto del técnico, y más allá del resultado se ofrecieron las claves para confiar en que la obsesión (nada de sueño) se pueda convertir en realidad.

Fiabilidad. Eso es lo que transmite, salvo excepciones (diez minutos ante la Balona, algunos más en Sanlúcar) que confirman el margen de mejora del plantel. Solvencia en defensa, confianza en la media, pegada brutal en ataque. Equilibrio. En Carranza con buen juego, Cádiz lo exige más allá de la victoria como demostró hace dos temporadas. Y a domicilio con solidez, reduciendo las ocasiones rivales al mínimo y golpeando cuando es necesario. Y si se puede dar otro puñetazo, pues otro. Y luego otro, y otro... Como en Écija, como en El Palmar. Nada de paso atrás.

En la tierra de la Manzanilla los pupilos de Agné disipaban algunas dudas generadas por ellos mismos cuando cruzaban el puente. Queda confirmarlo, pues esta plantilla es tan buena, que necesitará que le pongan las pilas para evitar la lógica pero punible relajación. Airam se agarra a un tópico que en esta ocasión encierra la realidad: «Somos nuestro mejor, y peor rival. Nuestro único rival».

Son los mejores del grupo, pero lo tendrán que demostrar cada domingo. De poco sirve arrasar un día y tropezar el siguiente. Fiabilidad. El Cádiz tiene que ser fiable. Y ya ha empezado a serlo.

P.D: Hoy no opinaré sobre subastas, impagos ni demas cuestiones extradeportivas, aunque este párrafo encierre en sí mismo esta terrible contradicción. Es una negociación privada en la que ambas partes utilizan a la prensa en beneficio propio, y la verdad apenas se atisba de refilón. El tiempo es el único en posesión de ella. Y más pronto que tarde dictará sentencia.