Mujeres en un curso de formación y apoyo al empleo en Andalucía. :: SUR
ANDALUCÍA

Diez años de lucha por la igualdad

La perspectiva de género en los presupuestos andaluces constata avances y aborda ahora la evaluación de los programas

SEVILLA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Cuando se inició la sistemática parecía uno de esos artefactos herméticos de los economistas: «Presupuestos en clave de género». Sin embargo, ahora, diez años después de implantarse en Andalucía, comunidad pionera en adaptar la estrategia originada en Suecia, el balance es positivo y se plantean nuevos retos.

Se trata, en esencia, de evaluar cómo influye el gasto público en la población dividiendo su impacto en hombres y mujeres y a partir de ahí, detectar desequilibrios y ayudar a corregirlos con las mismas armas, las políticas públicas. Sobre la base de que, dice el FMI, si se eliminan las brechas de género y se incorpora a la mujer a la economía, el PIB crecerá de forma apreciable.

El informe de evaluación del impacto de género del presupuesto andaluz en 2014 recoge más de cien indicadores a través de trece grandes áreas, como población; representación en las instituciones políticas, económicas y científicas; empleo, renta y pensiones; tributos, actividad empresarial, universidad y uso de TIC; educación; cultura y deporte; salud , bienestar social, conciliación, dependencia y violencia de género; vivienda y transporte; agricultura y pesca; medio ambiente, turismo y comercio.

Así, se aprecia mejoría en numerosos ámbitos. En representación política, donde la paridad se ha impuesto por ley, el avance se extiende a los altos cargos, donde ya son 48,5% las mujeres, con un avance de 0,7 respecto al año anterior. Pero queda mucho por hacer, y prueba de ello es que hay muchos más alcaldes (79,6%) que alcaldesas (20,4) y eso que la participación de las mujeres ha subido 16,5 puntos desde 1995.

También ha crecido la presencia de mujeres en los órganos de gobierno de las universidades andaluzas, donde la ausencia femenina en los puestos de responsabilidad, detectada por el propio presupuesto transversal, era clamorosa. Desde que se implantó una medida expresa para fomentarla ha crecido la presencia de mujeres hasta el 40,6%. En el curso 2011-12 hubo 18% de mujeres catedráticas de universidad, 6 puntos más que en el año 2006-7.

En cuanto a empleo, donde se había detectado una flagrante contradicción entre la tasa de paro femenino y la escasez de programas de formación de perfil adaptado a las mujeres, el avance en la tasa de actividad se ha incrementado en 9 puntos desde 2007 a 2012, mientras que la de hombres ha crecido un 2%, de modo que la brecha en este ámbito ha descendido en 11 puntos.

Ha aumentado también la presencia de mujeres como empleadoras, o empresarias. En 2006 eran el 22% y en 2012, el 28%. Un lento avance, aún. Mayor ha sido el registrado en el uso de Internet. Medida desde 2007, la brecha digital se ha reducido de 7,4 a 1,5 puntos .

Los presupuestos en clave de género han permitido fomentar políticas públicas que ayuden a la igualdad y la conciliación. Son programas que se califican como G+ y que para este próximo ejercicio aumentan su dotación en casi 2 puntos, con más de 16.000 millones de euros de dotación total.

En esta área se ha fomentado el número de centros de educación infantil, que en los últimos diez años han crecido en un 136,7% y en un 3,4 respecto al curso 2013-14. También ha crecido en número de plazas financiadas con fondos públicos en ese nivel, en un 119%, si bien en los últimos dos cursos ha descendido por el menor número de alumnos en esa franja de edad.

Fuentes de la Consejería de Hacienda, que facilitaron estos datos, indicaron que ahora llega el momento de evaluar los programas G+, para conocer sus resultados, aprender y extender las buenas prácticas y corregir errores. Este pasado ejercicio se han auditado cinco programas presupuestarios, pero la práctica se extenderá a todos hasta 2015.