Ricardo Sánchez Lampreave: «Hay pocos entornos en España con tantos edificios singulares»

Ricardo Sánchez Lampreave abre hoy el ciclo de conferencias organizado por el Colegio de Arquitectos de Cádiz con motivo del Día Mundial de la Arquitectura. Gran conocedor del edificio de la antigua Escuela de Náutica, no duda en apostar por su salvación.

-¿Cree que hay riesgo real de que Náutica desaparezca?

-Hay un riesgo cierto. Yo vengo a Cádiz con la intención de dejar claras las bondades de este edificio. Hace cuatro años estuve allí con un grupo de estudiantes de la Universidad y ya comprobamos que se encuentra en un estado de abandono consciente. Ese camino no puede llevar a otro sitio que no sea el derribo.

-¿Dónde está el gran valor de este inmueble?

-A lo largo de los siglos se han construido las ciudades superponiéndonos unos a otros. Eso ha pasado en Cádiz. En el siglo XX, especialmente en el entorno de la Caleta, se han levantado edificios muy valiosos. Y este en concreto obedece a una época en la que era muy importante la referencia del mar. En la segunda mitad del siglo XX se apostó por una arquitectura que tenía que romper con la ornamentación del siglo XIX y en la que barcos y aviones se convirtieron en referencia. Ahí la Escuela de Náutica de Cádiz, con su proa, su puente de mando, es una pieza única. Dejar que se pierda y sustituirlo por otro edificio que no tenga el mar como referencia es una oportunidad perdida.

-¿Y viendo como está el edificio aún se puede salvar?

-Se está a tiempo, pero por día que pasa el edificio se deteriora más. Hay que ser más cuidadoso con este patrimonio. No se me ocurren muchos entornos en España con esa concentración de edificios singulares. Olivillo, Náutica, El Mora, Valcárcel. Y en este caso se da además la paradoja de que se está dejando deteriorar un edificio para el que desde hace años hay un magnífico proyecto de transformación.

-¿A qué se debe su estrecha relación con Cádiz?

-Con dos años ya veraneaba aquí y luego vine con mis padres con frecuencia. Ya siendo arquitecto me invitaron desde el Colegio para dar una conferencia hará unos quince años y desde entonces me invento constantemente proyectos y excusas para volver.