Mas acusa a Rajoy de hacer una «campaña del miedo» para sacar a Cataluña de Europa

La víspera de viajar a Bruselas, Artur Mas denunció que desde el Gobierno de Mariano Rajoy se ha puesto en marcha «una campaña del miedo», consistente en que si los catalanes aprueban en una consulta la independencia «quedaremos fuera de esta Europa». Un planteamiento que, según el presidente de la Generalitat, es falso porque «las fronteras son del pasado».

El presidente de la Generalitat reclamó a la Unión Europea que no solo se fije «en el poder de los estados» y observe «con mucho interés» el fenómeno de Cataluña, donde se ha instalado y crece «el movimiento democrático, más fuerte, más pacífico, y más ilusionante que hay en el mapa europeo».

Mas participó ayer en la localidad barcelonesa de Igualada en 'El día del partido' de Convergencia Democrática y reclamó a los asistentes que «no hagan caso» de las advertencias del Gobierno de Rajoy y del PP sobre los males que sacudirían a Cataluña si consuma su separación de España. El gobernante catalán garantizó que convocará la consulta soberanista el próximo año porque ha adquirido «el compromiso de hacerlo» y tiene «leyes para hacerlo». Ese día, prosiguió, «será el día de la verdad, si ese día hay una mayoría clara del pueblo catalán que vota libertad, Cataluña será libre ese día».

Mas introdujo un importante matiz en su soflama, el de la mayoría clara, un asunto que es motivo de debate dentro del soberanismo catalán. Esquerra Republicana y los sectores más radicales sostienen que con el 51% de los votos sería suficiente para la proclamación de la independencia. El Gobierno catalán no se ha lanzado a hablar de porcentajes, pero siempre ha sostenido que la segregación debería contar con una mayoría indiscutible, y la mitad más uno no lo es.

Citas en Europa

El presidente catalán viajará hoy a Bruselas y se entrevistará con los vicepresidentes de la Comisión Europea, Olli Rehn y Maros Sefkovic, así como con el comisario de Empleo, Lazslo Andor. No se reunirá con el presidente de la Comisión, Joao Durao Barroso, una cita que ha estado llena de controversia porque desde el Gobierno catalán se negó que se hubiera solicitado, pero desde Bruselas se insinuó que fue pedida y denegada.

Mientras Mas arengaba a los suyos, los socialistas denunciaron el, a su juicio, doble juego del presidente catalán y sus socios de Esquerra porque buscan el enfrentamiento con el Gobierno de Rajoy para propiciar «un choque de trenes» que desemboque en unas elecciones plebiscitarias en torno a la independencia. El portavoz del PSC en el Parlamento catalán, Maurici Lucena, señaló que dar un ultimátum de tres meses al Ejecutivo central para que autorice el referéndum es buscar la negativa para entrar en «un callejón sin salida», del que solo se saldría con elecciones anticipadas.

El portavoz socialista recriminó a CiU y Esquerra por haber pactado «de forma patosa un 'tic tac' que se llama 2014» para convocar el referéndum, cuando otros países en situaciones similares, Canadá o Reino Unido, negociaron durante años los términos y plazos de las consultas de Quebec y Escocia.