Batacazo y a puesto de descenso

Derrota de las que duelen. De las que hacen sangre. Esas que llegan por demérito propio. De las que levantan al contrario para hundir a uno mismo en la miseria. Batacazo de los grandes, de los más estrepitosos. Se lo pegó ayer el San Fernando contra el Lucena, principalmente, por la falta de confianza de sus jugadores en sí mismos y en sus posibilidades.

Los azulinos dieron ayer una imagen de equipo derrotado. De grupo que sabe de la presión existente en el entorno y la interioriza hasta el punto de que cada contratiempo lógico y habitual de los que se presentan en un partido de fútbol se convierte en una losa, que va pesando y pesando hasta hacerse insoportable. La manera en la que tiró Pedro Carrión un penalti cometido por Obregón a los 22 minutos de partido dice mucho de lo que sucede en la cabeza de los futbolistas. Sin potencia, rasito y telegrafiándoselo al portero. Hay falta de confianza.

Y eso que el malagueño es uno de los que no tiene que demostrar nada en San Fernando. Su rendimiento no da lugar a discusiones de ningún tipo. El problema es que cada partido parece ver más pequeña la portería y esa racha la está pagando el equipo. Es la única referencia en la punta de lanza porque David Hernández no está y, de momento, no se le espera.

Tampoco llegan las soluciones en forma de gol desde la segunda línea. Y eso que Carlitos y Ocaña salieron ayer al campo queriendo comerse la pelota. La tuvo el '10' de La Isla rozando el cuarto de hora a pase de Sebas. Se fue de dos contrarios para acomodarse un disparo que no encontró su objetivo.

Entretanto, Javi Salero empezaba a hacer de las suyas, avisando de que el Lucena tenía la misma necesidad de victoria que los isleños. Hasta cuatro ocasiones tuvo el atacante para adelantar a los suyos, una de ellas incluso la tuvo que sacar Paco Borrego bajo los palos.

Pero llegó la acción del penalti y ahí se terminó el San Fernando. De ahí hasta el descanso fue un querer y no poder que dice mucho de lo que le está sucediendo al equipo en este arranque de liga. Falta pólvora arriba y esa ansiedad que genera la falta de acierto se va transmitiendo a todo el grupo.

Pitó el árbitro el descanso y los jugadores desfilaban hasta los vestuarios cabizbajos, como si el encuentro ya estuviera perdido. Así salieron a jugar los segundos 45 minutos...

Doblete de Pepe Díaz

Porque desde el principio hasta el final fueron un auténtico desastre. El San Fernando comenzó difuso, desdibujado, peligrosamente plano en sus planteamientos. Y en ese marco apareció la calidad de Pepe Díaz. Un zapatazo desde fuera del área se alió con el viento de Levante para colarse dentro de la portería de David Valle. Ahí ya el Lucena había ganado su partido.

Juanma Carrillo movió ficha rápidamente metiendo a Cristian y Jorge Herrero sobre el campo. El equipo pareció ponerse las pilas, pero solamente con ganas no se vencen los partidos.

Pepe Díaz, que antes había tenido el segundo en un mano a mano, aprovechó un pase al hueco que dejó en evidencia a los centrales azulinos y esta vez sí terminó matando el choque. Lo que pasó los 20 minutos restantes, nada más que puro relleno. Derrota justa que mete a los isleños en descenso directo a Tercera y que prolonga una racha negativa que empieza a ser preocupante.