Bronson, el camaleón impasible

Curtido en mil batallas en la vida y ante las cámaras, este impasible camaleón del celuloide fallecido hace ahora diez años, se metió en piel de todo tipo de personajes. En más de sesenta películas, encarnó a indios rebeldes, soldados indómitos, vaqueros, bandidos, pistoleros, boxeadores, gánsteres o policías. En el registro de implacable agente de la ley culminó su carrera como justiciero, consagrado en los anales de la fábrica de sueños como uno de los actores de carácter más eficaces.

Bronson falleció a causa de una neumonía el 30 de agosto de 2003 en el Cedars-Sinai Medical Center de Los Ángeles. El actor contaba con 81 años y lo había sido casi todo en el cine. De padre ruso y madre lituana, nació el 3 de noviembre de 1921 en Ehrenfeld, Pensilvania, como el undécimo de los 15 hermanos de la humilde familia de inmigrantes. Su progenitor murió cuando él contaba diez años. Trabajó para sacar adelante a su familia en una mina de carbón y tomó parte en la Segunda Guerra Mundial. Enrolado en las Fuerzas Aéreas luchó en el frente del Pacífico.

De regreso a la vida civil, descubrió su vocación y frecuentó compañías de teatro amateur en Filadelfia. Sería el inicio de una larga carrera en la que paso a paso forjó su perfil de tipo duro en un sinfín de papeles.

Debutó en la televisión como Charles Buchinski, con un capítulo de la serie 'Fireside theatre' titulado 'Friend of the family' (1949). Alternó sus apariciones en la pequeña pantalla con algún papel en cine, como el clásico de terror 'Los crímenes del museo de cera' (1953), de André De Toth, con un personaje mudo que le impidió lucir su particular voz.

Sería Roger Corman -con sus películas de serie B- quien catapultara a la fama al ya talludo Bronson. En 'La ley de las armas' (1958) interpretó a Kelly Metralleta, un gánster especializado en atracos y secuestros. Su carrera ganó enteros con clásicos como 'Los siete magníficos' (1960) y 'La gran evasión' (1963) dirigidas ambas por Jhon Sturges. Además de conocer en el rodaje de la última a su segunda esposa, Bronson se encumbró dando la réplica a colegas de enorme talento, como Steve McQueen o James Coburn.

Vendrían después 'Doce del patíbulo' (1967) de Robert Aldrich, en la que interpretó junto a Lee Marvin a un expresidario, y el mítico y crepuscular spaghetti-western 'Hasta que llegó su hora' (1968) de Sergio Leone, donde compartió cartel con Henry Fonda y Claudia Cardinale. En ninguno de estos peliculones fue Bronson protagonista principal, pero en todos dejó su impronta y el sello de eficiencia en los papeles de duro.

El justiciero

El director Michael Winner lo reclutó a principios de los setenta para 'Fríamente... sin motivos personales', en la que encarna a un asesino a sueldo que trabaja solo. Con los años y las facultades mermadas, buscará a un colaborador formando un equipo implacable, aunque la actitud cruel del nuevo socio terminará en enfrentamiento.

Winner sería el artífice de tres de las cinco entregas de la saga 'El justiciero...' que protagonizó un Charles Bronson ya maduro. En 'El justiciero de la ciudad' (1974), interpreta a Paul Kersey, un arquitecto que decide vengar el asesinato de su mujer y la violación de su hija. La serie continuó con 'Yo soy la justicia' y el 'El justiciero de la noche', con un Bronson acomodado en el registro y encantado de tomarse la justicia por su mano. Escasearían luego los papeles, hasta que es reclutado para 'Extraño vínculo de sangre', dirigida por Sean Penn y que seria el último título notable de Bronson, junto a los emergentes Viggo Mortensen, Benicio del Toro y Patricia Arquette, y el veterano Dennis Hopper.

En la vida real, Bronson fue muy esquivo con la prensa y contrario la pompa de Hollywood. Se casó tres veces, la primera en 1944 con Harriet Fendler, con quien tuvo dos hijos (Susan y Tomy). La segunda en 1968 con Jill Ireland, madre su hija Zuleika, y compañera en 'El guardaespaldas de la primera dama' (1983). Jill, luchó contra el cáncer de mama hasta su muerte en 1990. Sumido durante ocho años en una profunda depresión, Bronson remontó el vuelo al conocer a su tercera esposa, Kim Weeks, junto a quien acabó sus días.