Menos bares y restaurantes

El sector hostelero se desinfla. Aunque ha proliferado la aparición de nuevos locales, el cierre sigue siendo aún imparable. Según el 'Anuario Económico de España' de La Caixa 2013, a lo largo del año pasado se perdieron 288 negocios de este tipo y, según el presidente de la patronal Horeca, Antonio de María, entre el 60% y el 70% está para cerrarlos. Con este panorama el futuro pinta desolador.

Esta es una provincia que durante años ha vivido del sector del metal, cada día más dañado y con menos carga de trabajo, y que ahora se ve obligada a buscar nuevos horizontes para salir de esta eterna crisis. Uno de esos horizontes de brotes verdes es el turismo. Cádiz cuenta con todo lo necesario para convertirse en un lugar atractivo para los que buscan desconectar y descansar de la rutina, pero necesita ofrecer servicios de calidad que fidelice a esos turistas, y una de esas herramientas se encuentra en los bares y restaurantes.

La desaparición paulatina de clásicos de toda la vida, unida a la creación de negocios mal planteados, con personal mínimo, malos horarios para los trabajadores, que en consecuencia no ofrecen un buen servicio, es el camino equivocado.

La alta tasa de desempleo ha provocado que muchas personas apuesten por poner en marcha uno de estos locales sin los recursos ni los conocimientos suficientes para atender a una clientela que busca cosas concretas: no gastar y salir satisfecho. Y sólo cubriendo estas necesidades volverán a entrar y a consumir de nuevo y sólo de esta manera estos negocios podrán asentarse y dejar de ser nuevos en el sector.