Visitantes guardan cola para ver la exposición sobre Dalí en el Museo Reina Sofía. :: ÓSCAR CHAMORRO Varias personas contemplan un cuadro de Dalí. :: ÓSCAR CHAMORRO
Sociedad

Dalí desborda el Reina Sofía

Una retrospectiva del genio catalán se convierte en la exposición de más éxito en la historia del museo con 630.000 visitantes

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Largas colas de cientos de personas serpentean en torno al Museo Reina Sofía como si de finos tentáculos se tratara. Las altas temperaturas veraniegas no merman la paciencia de quienes están dispuestos a esperar hasta dos horas para contemplar la exposición 'Dalí. Todas las sugestiones poéticas y todas las posibilidades plásticas'. La muestra, que contiene 200 obras del artista catalán, ha desatado una expectación sin precedentes y se ha convertido en la más visitada en la historia de la pinacoteca con una asistencia de 630.000 personas en apenas tres meses.

«Me gusta por la pintura rara que tiene. Es distinta a toda», explica Jorge, un orensano que ha aprovechado su visita a Madrid para tan completa colección. Original, extravagante, imaginativo, creativo, impactante... Estos son algunos de los calificativos que los visitantes usaban para describir la muestra. Todos tuvieron que exprimir la paciencia para acceder a la pinacoteca. Pero todos consideran que merece la pena. «Este hombre es tremendo, tiene una imaginación desbordante», confiesa Carlos al terminar la visita. Y así está el Museo, desbordado.

«Ha superado nuestras expectativas. Es la exposición más visitada en la historia del museo», explica aún incrédula Berta Sureda, directora de Actividades Públicas del Museo. Su opinión la comparten la mayoría de los trabajadores del Reina Sofía. La avalancha de público ha sorprendido hasta a los empleados más veteranos. No se recuerda nada igual. Ni las exposiciones sobre Antonio López, Juan Muñoz e incluso Picasso de años anteriores congregaron tanto público. «Hay días que las colas dan vueltas al edificio y a toda la plaza. La gente hace una media de espera de una hora pero llegan a hacer dos horas. Es algo espectacular», relata Sureda.

Esta responsable del museo recuerda cómo en los primeros días de inauguración (27 de abril) la lluvia les hizo temer por el éxito de la exposición. Una duda que el tiempo ha demostrado infundada. «Pensábamos que iba a disminuir el volumen del público, pero lejos de bajar sigue aumentando», afirma Sureda. De hecho, el éxito es tan grande que los organizadores están contemplando la posibilidad de ampliar el horario de visita en los últimos días de la exposición, que finaliza el 2 de septiembre. Y es que la proximidad de la fecha límite aumenta el ritmo de espectadores. Según los datos del propio museo, el 51% de los visitantes son extranjeros, predominantemente franceses e italianos. Nadie escapa al magnetismo del maestro del surrealismo.

La muestra realiza una de las retrospectivas más completas del artista, de su trayectoria profesional y personal, a través de 200 obras que recorren desde la época de la Residencia de Estudiantes hasta el Dalí personaje de los últimas etapas. Además, la exposición es una oportunidad para contemplar una treintena de obras que nunca antes han estado en España. Entre ellas destacan 'Alucinación: seis imágenes de Lenin sobre un piano' (1931), 'Ángelus de Gala' (1935), 'Bañistas', (1928) 'Niño geopolítico contemplando el nacimiento del hombre nuevo' (1943) o 'Símbolo agnóstico' (1932).

La exposición se compone de once secciones que contienen, además de pinturas y dibujos, material documental, fotografías, manuscritos del propio Dalí, revistas, películas y filmaciones de enorme importancia para entender el complejo universo del artista. El período surrealista constituye el núcleo de la muestra y hace especial incidencia en el método paranoico-crítico desarrollado por el artista como mecanismo de transformación y subversión de la realidad.

La mercantilización del arte

Los grandes resultados de la exposición coincidieron con una pequeña polémica tras unas afirmaciones del director del museo, Manuel Borja-Villel, en el editorial de la revista 'Carta' que publica la propia pinacoteca. En ella se refería a la «asimilación de la práctica artística a la cultura de consumo» donde los autores y sus obras se convierten «en marcas de consunción rápida».

Algunos vieron en estas palabras una crítica a las exposiciones con gran repercusión mediática y éxito de público, como la propia de Dalí. Sin embargo, el director del museo explicó que en su análisis se limita a denunciar «una sociedad contemporánea que vive condicionada por los valores del mercado y el beneficio», pero nunca una crítica «al público que acude a los museos».