El CSN avala que Garoña pueda reabrir

Su decisión no era vinculante pero a todas luces su visto bueno era necesario. Si el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) hubiera mostrado su rechazo a los cambios legales que propone, habría situado al Gobierno Rajoy en un escenario un tanto incómodo, cuando no inasumible. Pero finalmente el pleno del CSN respaldó ayer las modificaciones legales planteadas a última hora por el Ejecutivo para conceder a Nuclenor (la empresa propietaria de Garoña) una salida airosa y viable para su planta. Por cuatro votos contra uno, los consejeros avalaron que la compañía tenga la opción de solicitar durante todo un año -hasta julio de 2014- una nueva licencia de renovación de actividad pese a que la planta permanece cerrada desde hace casi un mes -6 de julio-. Los dos representantes del PP, así como el de CiU y una del PSOE, votaron a favor, y solo Cristina Narbona, exministra socialista de Medio Ambiente, se opuso.

Formalmente, a lo que ayer dio su visto bueno el CSN fue al proyecto de Real Decreto para la gestión responsable y segura del combustible nuclear gastado. Curiosamente, en abril ya había estudiado y aprobado este mismo Real Decreto, que hasta hace pocas semanas no planteaba referencia alguna al problema concreto de Garoña.

En la práctica, lo que el Ejecutivo ha hecho es modificar el Reglamento sobre Instalaciones Nucleares y Radioactivas. Fue redactado en 1972 y hasta ahora solo había sido modificado en dos ocasiones (1999 y 2008). En su nueva redacción, establece distinciones entre las plantas que tengan que cerrar motivos de seguridad nuclear o protección radiológica y las que lo hagan por razones ajenas, como por ejemplo, económicas (caso de Garoña). Estas centrales podrán cerrar, pero 'temporalmente', ya que durante un año esta clausura no será definitiva. A lo largo de esos doce meses y en el momento que estimen oportuno podrán solicitar a las autoridades volver a poner en marcha el reactor y recuperar la producción.