EL DIAMANTE ESTABA EN CASA

El Puerto ha demostrado que está totalmente capacitado para acoger el World Padel Tour, la competición más importante de este deporte a nivel mundial. Y lo hizo en una semana marcada por el éxito, tanto en Las Cubiertas como en Puerto Sherry. Este último lugar sirvió como escenario de una fase final que dejó un gran sabor de boca.

Gradas abarrotadas, máxima expectación, presencia de diversas personalidades y partidos para la historia. Todo eso y mucho más se dio cita en un enclave que recuperó el brillo que había perdido en los últimos años. Sin lugar a dudas, numerosos condicionantes que posibilitan la presencia de esta competición en El Puerto, uno de los lugares más identificados con el pádel. Por eso, ahora es el momento de fortalecer la estructura ya creada para que nunca más vuelva a desaparecer este evento del calendario portuense. Se demostró que hay mimbres para organizar una cita de este calado y dar marcha atrás sería un error.

Los vencedores Mieres y Lima, sin olvidar a Díaz, Gutiérrez, Belasteguin, Martín Díaz, Sanyo o Lamperti, entre otros, seguro que salieron muy satisfechos del evento. Al igual que el sevillano Paquito Navarro (que tan acompañado estuvo en las gradas y tan buena sensación causó), el isleño Álvaro Cepero y su compañero Germán Tamame, un italo-argentino que ya es un portuense más.

Pero, sin lugar a dudas, uno de los más felices seguro que fue Juanito Lebrón. Primero logró entrar en el cuadro final de adultos y, posteriormente, se proclamó campeón en Júnior junto a Zaritiegui. De diez.

Quizá algún día, si el World Padel Tour continúa en El Puerto, esta joven promesa pueda celebrar el mayor de los títulos en su propia casa. Condiciones tiene para lograrlo.

Como no podía ser de otra manera, un diamante tenía que salir de una familia tan vinculada al mundo de la joyería.