Muere un joven en una manifestación frente a la Embajada iraní en Beirut
La protesta había sido organizada por jóvenes de un partido libanés contra la participación de la milicia chií Hezbolá en la guerra de Siria
BEIRUT. Actualizado: GuardarUna protesta frente a la Embajada iraní en Beirut acabó ayer con la vida de una persona y dejó al menos once heridos. Los manifestantes, medio centenar de jóvenes identificados como miembros del partido libanés Al-Intimá, se habían congregado a las puertas de la legación para condenar la participación de Hezbolá en la guerra de Siria. Según la Agencia de Noticias Nacional los enfrentamientos se produjeron entre los guardias de la sede diplomática y los convocados. Otras versiones señalan que los disturbios tuvieron lugar cuando simpatizantes de la milicia chií se acercaron al lugar armados con palos.
Los altercados obligaron al despliegue del Ejército libanés, que intervino de inmediato para despejar la zona. Un comunicado de las Fuerzas Armadas precisó que la víctima falleció a causa de un disparo realizado por un individuo. «Se está persiguiendo a la persona que abrió fuego para poder detenerla y entregarla a la autoridad judicial competente», señaló la nota. El joven murió en el hospital de la capital Rafic Hariri, a donde fue trasladado herido de gravedad.
La concentración se había organizado frente a la Embajada de Irán -país que apoya a Hezbolá- para rechazar la participación de la milicia en la ofensiva que perpetraron las tropas leales al presidente sirio, Bashar el-Asad, contra Qusair. La localidad, próxima a la frontera con Líbano, está controlada por el régimen desde hace cinco días.
Otra concentración
Durante los choques ante la sede diplomática persa los miembros de otra formación libanesa -Partido Nacional Liberal- se encontraban en la Plaza de los Mártires para mostrar su repulsa por la implicación de Hezbolá en Siria. «Lo que hemos hecho es solo el principio de nuestra marcha contra Hezbolá», señaló la rama estudiantil de la fuerza política.
El conflicto sirio ha deteriorado la seguridad de Líbano en los últimos meses, en los que ha habido secuestros, ataques de las fuerzas de El-Asad y choques entre detractores y afines al dictador.
