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Quince muertos en combates entre opositores sirios y Hezbolá

La lucha por el control de la ciudad estratégica de Qusair cruza de nuevo la frontera libanesa

DAMASCO. Actualizado: Guardar
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Al menos quince «militantes antisirios» fueron abatidos por Hezbolá ayer en territorio libanés, según adelantó la cadena iraní en inglés PressTV. Los combates se registraron en las proximidades de Baalbek y, según la prensa libanesa, los milicianos sirios fueron sorprendidos cuando intentaban lanzar cohetes contra esta ciudad de mayoría chií próxima a la frontera. La oposición armada siria ha declarado la guerra a la milicia libanesa tras su apoyo militar a Bashar el-Asad y el miércoles pasado dos cohetes cayeron en el distrito chií de Beirut, bastión de los seguidores del Partido de Dios en la capital.

Desde el 19 de mayo, Ejército y Hezbolá tratan de recuperar el control de Qusair, ciudad siria de gran peso estratégico para la oposición, en plena frontera libanesa. El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, indicó que está siguiendo «con suma preocupación» la situación. La responsable para asuntos humanitarios de la ONU, Valerie Amos, y la comisionada de los Derechos Humanos, Navi Pillay, alertaron de que habría «hasta 1.500 heridos que requieren una evacuación inmediata», y calificaron la situación general en Qusair como «desesperada». El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) expresó su «alarma» y Robert Mardini, director de las operaciones para el Medio Oriente, pidió «contención» a todas las partes.

Operación de limpieza

Damasco, que amaneció con un nuevo atentado con coche bomba que costó la vida a nueve miembros de las fuerzas de seguridad en Jobar, respondió a los llamamientos internacionales sobre Qusair a través del ministro de Exteriores, Walid Moalem, quien aseguró que Cruz Roja entrará «cuando terminen las operaciones militares». El canciller sirio se dirigió a Ban Ki-moon, según la agencia Sana, para mostrarle su sorpresa por el «silencio» internacional cuando los rebeldes se hicieron con este enclave hace 18 meses y recordó que Siria está «limpiando la ciudad de terroristas» con el objetivo de «devolver la estabilidad y la seguridad». Este fue el argumento empleado por Rusia para bloquear en el Consejo de Seguridad de la ONU un borrador de declaración de preocupación por la situación en esta ciudad sitiada, según fuentes diplomáticas anónimas citadas por la cadena BBC.

Antes de la guerra Qusair era una ciudad de 30.000 habitantes, pero la mayoría habría huido tras el inicio de la ofensiva. El régimen lo considera «la madre de todas las batallas», según palabras de Bashar el-Asad, porque su control supondría cortar la principal línea de suministro y de entrada y salida de combatientes de la oposición en el centro del país.