El maratón de Boston pudo más que la fiesta nacional

Casi todo el mundo tarda más de lo que piensa en hacer lo que se propone, pero ése no fue el caso de los hermanos Tsarnaev. Su plan era perpetrar los atentados de Boston en la fiesta nacional del 4 de julio, pero tres meses antes ya tenían listas las bombas y no quisieron esperar. Dieron unas vueltas por la ciudad con el coche y vieron los preparativos para el maratón. Así, sobre la marcha, sentenciaron las vidas y las muertes de un niño de 8 años, dos chicas de 23 y 29, además de 264 heridos, entre ellos 14 amputados.

Esa es la versión que fuentes policiales han filtrado a diversos medios estadounidenses. Dzhojar Tsarnaev la contó durante los primeros interrogatorios, cuando aún estaba intubado en la cama del hospital Beth Israel de Boston, sin que aún se le hubieran leído sus derechos. Según esto, las bombas fueron fabricadas en el piso familiar de la calle Norfolk de Cambridge que su hermano Tamerlán compartía con su esposa estadounidense y la hija de ambos. Dzhojar frecuentaba esa vivienda que había sido de sus padres, pero desde hace año y medio vivía mayormente en las habitaciones de la Universidad de Massachusetts Dartmouth, donde estudiaba Biología, y a la que debía los 22.000 dólares (16.700 euros) de la matrícula de este curso. La universidad le aguantaba la deuda porque presuntamente estaba esperando un préstamo estudiantil, pero si no llegaba pronto no hubiera podido continuar el curso que viene. Sus malas notas del último trimestre y sus ausencias de clase tampoco ayudaban.

En ese campus es donde el FBI seguía ayer efectuando registros, después de que el miércoles presentara cargos contra otros tres estudiantes de 19 años amigos suyos. La mano dura funcionó. En cuestión de horas el abogado de uno de los kazajos acusados de mentir a la Policía y obstruir su labor, al eliminar objetos personales de su amigo, entregó el ordenador personal del presunto autor de los atentados. La información obtenida de él podría haber desatado los nuevos registros en el campus.

Dzhojar había dicho un mes antes a uno de sus amigos que sabía cómo hacer una bomba. Los restos de explosivos encontrados en la encimera y la mesa de la cocina, así como en el cuarto de baño, confirman su versión de que la hicieron en el pequeño piso de Cambridge. En los restos de una de las bombas se han encontrado huellas de ADN femenino, pero según las declaraciones de fuentes policiales a 'The New York Times' no pertenecen a la viuda del presunto terrorista fallecido en el enfrentamiento con las fuerzas de seguridad.

Katherine Russell insiste en que no sabía nada de lo que pasaba en su hogar porque trabajaba fuera de casa 70 u 80 horas a la semana, mientras su marido se quedaba al cuidado de la niña. La joven de Rhode Island convertida al islam dice que al no hablar ruso no entendía las conversaciones de los hermanos.

Sospechas del FBI

El FBI no ha encontrado todavía nada con lo que incriminarla, a pesar de que la ha interrogado en diferentes ocasiones, pero su sospecha de que difícilmente podía vivir en la casa sin saber lo que se estaba preparando se acrecienta en los últimos días. Las llamadas telefónicas revelan que habló con su marido después de que la foto de éste fuera expuesta por la Policía. Algunos agentes sospechan que ya sabía que era el acusado pero no informó a las autoridades, como tampoco lo hicieron los amigos de Dzhojar. Según 'The New York Times', en los últimos días la joven de 24 años ha dejado de cooperar con los federales y se niega a contestar más preguntas. Hasta ese momento se había prestado a identificar fotos de individuos que el FBI quería relacionar con los Tsarnaev.

La viuda también ha renunciado al cuerpo de su marido, que fue reclamado el jueves por una funeraria de las afueras de Boston a petición de su tío Ruslan de Tsarni. Un grupo de manifestantes se congregó a la puerta de la misma para protestar por la presencia del cuerpo del presunto terrorista. Los funerales musulmanes se llevarán a cabo en la ciudad de Worcester, según ha dicho el alcalde de esa población, pero se desconoce cuándo y aún menos dónde será enterrado.