Rajoy no va a hacer «ningún cambio» de Gobierno porque confía en sus ministros

«Ni está planteado ni voy a hacer ningún cambio en el Gobierno». Con esta contundencia rechazó ayer Mariano Rajoy la posibilidad de sustituir a alguno de sus ministros. De hecho, dijo estar «muy satisfecho del pundonor y el coraje» con el que los titulares de las carteras económicas realizan su labor. Unas declaraciones que alejan el fantasma de un posible cese del titular de Economía, Luis de Guindos, al que varias fuentes atribuyen un claro enfrentamiento con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.

Rajoy, durante la rueda de prensa conjunta que ofreció con el primer ministro de Irlanda, Enda Kenny, mostró su disponibilidad a pactar con Alfredo Pérez Rubalcaba, «con el que hablo mucho más de lo que la gente cree». El presidente del Gobierno lamentó que, pese a este contacto fluido, «el PSOE nunca vota a favor ninguna de nuestras reformas». Advirtió, asimismo, de que esta falta de acuerdos no puede paralizar la acción del Ejecutivo.

El espíritu que Mariano Rajoy transmitió el viernes a sus ministros, antes de comenzar las deliberaciones para aprobar el nuevo plan de reformas, se resume en una idea: tener la suficiente personalidad como para mantener el mismo rumbo reformista y de reducción del déficit que hasta ahora, pese a las críticas. Fuentes del Gobierno aseguraron que, pese a la tormenta de reproches cosechada en las últimas 48 horas, el presidente no rectificará su política económica aún a riesgo, bastante real según las encuestas, de perder las próximas elecciones.

No es una advertencia nueva. Rajoy arengó hace menos de un mes a su partido para mantener «la fortaleza suficiente que deriva de la conciencia de estar haciendo las cosas que hay que hacer para no hacer caso a las críticas justas o injustas, de maledicencias o de cualquier cosa».

Pero el desgaste del Ejecutivo popular no parece tener fin. El último barómetro elaborado por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) atribuía una estimación de voto al PP del 35%, casi diez puntos menos que en los comicios generales que se celebraron en noviembre de 2011. Esta encuesta, además, se realizó del 4 al 14 de enero, es decir, antes del estallido del 'caso Bárcenas' y, por supuesto, antes de que se conociera que la cifra de desempleados había superado la mítica cifra de los seis millones de personas.

«Quedan más de dos años de legislatura», responden desde Moncloa a estas previsiones electorales que podrían empeorar cuando el CIS publique este mes una nueva prospección de votos.

Estas mismas fuentes apuntan a que, pese a todo, el PP sigue aventajando al PSOE en cinco puntos. Una tendencia, enfatizan los populares, que se podría mantener a tenor de los «líos internos» a los que se enfrenta Alfredo Pérez Rubalcaba. Rajoy, además de estar convencido de que está haciendo lo que debe, confía en seguir ganando batallas en Bruselas -como la prórroga de dos años para situar el déficit público por debajo del 3%- que permitan mejorar la financiación de España, verdadero talón de Aquiles de nuestra recuperación, según los expertos que asesoran al Gobierno.

El jefe del Ejecutivo español ha perdido a Mario Monti, uno de sus principales aliados en esta presión ante la Comisión Europea. Consciente del peso que supone en el conjunto de la Unión la suma de Italia y España, Rajoy envió ayer mismo por la tarde un telegrama de felicitación al flamante primer ministro italiano, Enrico Letta. «Italia y España somos países amigos, aliados y socios de primer orden, tanto a nivel bilateral como en el seno de la Unión Europea, y estoy convencido de que nuestra acción conjunta será determinante para asegurar nuestra prosperidad y bienestar común», subrayó el mandatario español en su misiva.

Cumplir el programa del PP

En el PP también tienen claro que Mariano Rajoy mantendrá su rumbo. Javier Arenas defendió al Gobierno porque «se rebela todos los viernes contra la crisis económica, aprobando reformas que son la única receta para tumbar la crisis y que haya empleo en España».

El vicesecretario de Política Autonómica y Local del PP explicó que el Ejecutivo ha dedicado sus primeros 15 meses «a apagar todos los incendios de Zapatero, que ha costado lo suyo». Auguró que ahora comenzará una segunda etapa en la que «toca cumplir al cien por cien el programa electoral del PP». Lo más urgente, resaltó Arenas, es «volcarse» con los parados, con los jubilados, con los funcionarios y con pymes y autónomos. «Minuto a minuto observo que cada día el PP es más necesario porque somos el único partido que garantiza la España de todos», espetó.