Rajoy y Zoido, tras la elección de este como presidente del PP-A en julio pasado en Granada. :: EFE
ANDALUCÍA

El PP encarga encuestas para decidir si adelanta al verano la elección del candidato

La última palabra la tiene Rajoy, quien sigue viendo en Zoido la mejor opción, pese a que en Andalucía todo el partido está convencido de que habrá nuevo líder pronto

SEVILLA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El Partido Popular decidirá si resuelve este verano o aplaza la decisión sobre el candidato a la Junta de Andalucía tras realizar varias encuestas entre la población andaluza este mes de mayo. Estas encuestas de uso meramente interno, es decir, no se harán públicas, «serán muy importantes» a la hora de tomar una decisión sobre el calendario para la elección del candidato y posible nuevo líder del PP andaluz, confirmaron fuentes de este partido.

Hasta ahora hay dos versiones. Una la oficial, que dice que la elección del candidato no se hará hasta después de las elecciones municipales de 2015 y no descarta a Juan Ignacio Zoido, presidente del partido en Andalucía, como cabeza de cartel. Otra, la extraoficial, confirmada por la mayoría de dirigentes que asegura que el PP lo resolverá este verano para que las elecciones europeas de 2014 sean la prueba de fuego de un candidato que no será Zoido, por deseo expreso de este.

La primera responde al deseo de Rajoy y Cospedal. Ambos siguen viendo a Juan Ignacio Zoido como la mejor opción para el cartel del PP a la presidencia de la Junta de Andalucía. Zoido ganó las elecciones municipales de Sevilla en 2011 con un resultado histórico en esta capital, al obtener 20 de los 33 concejales en disputa y arrebatarle a los socialistas su plaza más importante.

Populista

Para la actual dirección de Génova, Juan Ignacio Zoido es el arquetipo del perfecto líder andaluz: triunfador electoral en su capital, juez de profesión cuando a los socialistas le caen chuzos con los ERE y de carácter llano y populista. Dolores de Cospedal convenció a Rajoy de ello cuando el pasado verano apostó por Zoido para presidir el PP andaluz en contra de la opinión de Javier Arenas, que veía mejor a su número dos entonces, Antonio Sanz.

Solventada la sucesión de Javier Arenas en el congreso de julio en Granada, Andalucía ya no debería dar más dolor de cabeza a Rajoy. Para este, asunto concluido: Esperar primero a las municipales y luego a las generales y autonómicas. No había que designar al candidato antes de las municipales. Nunca se había hecho y había una experiencia anterior con una alcaldesa: Teófila Martínez. Zoido podía presentarse a las municipales, ganarlas y luego ser candidato a la Junta. Ni siquiera tendría que dimitir de la Alcaldía salvo que ganara. Ahora es diputado en el Parlamento y alcalde.

Pero desde el minuto uno Juan Ignacio Zoido dejó claro que su prioridad y compromiso es con la Alcaldía de Sevilla y advirtió, como conocedor de su pueblo, de lo peligroso que es jugar a dos bandos. Los sevillanos no se lo perdonarían en las urnas. Uno de los objetivos de las encuestas será pulsar la opinión de los sevillanos ante el doblete político de Zoido.

Pese a su esfuerzo por hacerse ver en las ocho provincias y defender asuntos de cada una de ellas, lo cierto es que Sevilla le absorbe casi todo su tiempo. Esto le ha perjudicado en su imagen de dirigente regional. Lo miran con recelo en la parte oriental. «Nuestra preocupación es su gran pasión por Sevilla», admite un dirigente.

Como ya reveló este periódico el pasado diciembre, el PP preparaba entonces la elección de un candidato para este verano, después de que Zoido había dejado claro a Rajoy en una reunión en Madrid que no quería aspirar a la presidencia de la Junta a riesgo de perder la Alcaldía de Sevilla. El mismo entorno de Zoido preparó un calendario para que en verano se eligiera al cabeza de cartel, que cohabitaría con el presidente del partido en una bicefalia hasta al menos las municipales. La noticia desencadenó las lógicas carreras de nervios de quienes se posicionan para el cargo o de quienes quieren influir en la elección. Zoido arrancó a los presidentes provinciales un pacto para aparcar el debate en una comida en enero.

Ha sido el propio Zoido el que lo ha vuelto a abrir con una frase que pocos en el partido creen inocente. «¿No quiere ser presidente de la Junta?» le preguntó Pepa Bueno hace dos semanas en una entrevista en la Ser. «Prefiero ser alcalde de Sevilla», respondió Juan Ignacio Zoido. Cierto que la entrevista se hizo el lunes de la feria de abril y no hubiera sido lógico que el alcalde y anfitrión hubiera dicho algo distinto. Pero el pasado lunes, una semana después, Zoido tuvo que dar explicaciones al comité ejecutivo regional de su partido ante el revuelo. En el PP se insiste en que no hay nada nuevo. El secretario general, José Luis Sanz, se apresuró a explicar que la respuesta de Zoido es la misma de siempre.

Sin embargo, otros dirigentes ven otro toque de atención a Génova cara al verano. Sanz aclaró que la decisión de ser o no candidato «no va a depender solo de Zoido», sino sobre todo de Mariano Rajoy. Por ello Zoido nunca ha dicho que no quiera ser candidato a la Junta. En esto ha sido disciplinado, aunque todos en el partido saben que su deseo es seguir como alcalde. «Si él quisiera ser el candidato, no habría nada que hablar, todo el partido le apoyaría», afirma un cargo del partido.

Dirigente provisional

Pero en lo que también hay coincidencia en el partido es que la situación tal cual es insostenible y urge una decisión. El rechazo de Zoido a definirse como candidato le convierte en un dirigente provisional y perjudica su liderazgo, no solo frente a Griñán -tampoco está claro que sea candidato, sostienen en el PP-, sino en el partido, donde algunos ven floja su autoridad interna o la ausencia de estrategia o respuestas contradictorias ante situaciones como el caso Bárcenas y medidas del Gobierno de izquierdas de la Junta con gran eco nacional como el decreto para frenar los desahucios. Ahora llegan más recortes de Rajoy.

El PP andaluz lo tiene claro: Zoido dejará a otro el testigo del partido este verano o como muy tarde a principios de 2014. La designación del candidato está en manos de Rajoy y en la capacidad de influencia sobre el presidente del PP de tres personas: Dolores de Cospedal, Javier Arenas y el mismo Zoido, quien desea tutelar su propia sucesión.

El perfil para el futuro líder en el que coinciden es el de alguien de menos de 50 años con experiencia en la gestión pública y orgánica del partido. Con estas características hay un listado amplio: José Luis Sanz, José Antonio Nieto, Sebastián Pérez, Elías Bendodo, Carmen Crespo, Juanma Moreno, Carlos Rojas... Pero también otros como Esperanza Oña, de la generación de Arenas.

¿Quién puede ser? «Conociendo a Rajoy, incluso alguien de los que no se está nombrando», afirma un cargo del PP.