Salvador Dalí retratado 'con la camisa de Elvis Presley' por su amigo Marc Lacroix en los años 70. :: EFE
Sociedad

Dalí, eterno hechizo caníbal

Víctima de su personaje, la originalidad de su pintura redime al universal artista El Reina Sofía explora el desbordante y múltiple talento creador del artista ampurdanés al margen del «ruido» de su estrafalario personaje

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Un ejército de entregados dalinianos desfilará hasta el dos de septiembre por el Reina Sofía, que acoge la retrospectiva más ambiciosa dedicada a Salvador Dalí en tres décadas. Un concentrado esencial de 200 obras que llevó 800.000 visitantes en cuatro meses al Pompidou de París. El director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, y la comisaria de la versión español y directora de la Fundación Gala-Salvador Dalí, Motse Aguer, dan las claves del eterno hechizo daliniano. Analizan el poderoso atractivo que la obra de Dalí y su «caníbal» y «ruidoso» personaje ejercerá de nuevo en las masas con la «irrepetible» exposición del año.

Personaje desnudo

Quitamos la careta al bufón, al payaso que tanto distorsiona su genio. Una de las mejores obras de Dalí es su propio personaje. Indisociable de la obra, lo rodea de anécdotas y elementos sin interés. Puro ruido mediático que abunda en esa imagen de histrión que lastra su genio y oculta lo mejor de uno de los grandes artistas del siglo XX, polémico complejo e irritante para muchos, y muy, muy popular.

Esencial

Volvemos al Dalí esencial. Al pintor, sus poéticas y múltiples lenguajes y experimentaciones. A un creador fundamental del siglo XX por su visión material y antiidealista del arte. Entiende como pocos a Freud y Lacan con su método paranoico crítico. Sabe que las imágenes de la vida son síntomas. Que los síntomas se refieren a sueños y deseos; que se mueven en el ámbito del lenguaje, que no reflejan una realidad que sublima nuestros miedos y deseos. Abraza la fragmentación, rechaza la totalidad y entiende las relaciones humanas como caníbales, antropofágicas. Celebra la teatralidad y los avances de la ciencia, supera la visión romántica del arte y tiende hacia lo hipnótico.

Su pintura bascula entre el respeto a la tradición, a los grandes maestros como Miguel Ángel, Rafael, Velázquez o Rembrandt, y su insaciable deseo de acercarse a lo nuevo de una forma radicalmente original.

Vida y arte

Lo esencial para el público es su reflexión sobre el arte como reflejo de la vida. Rompe la barrera entre arte y vida, una de las constantes en el arte del siglo XX, entendiendo que arte y vida son una construcción. Crea un mundo distinto con una imaginación desbordante gracias a un genio capaz de plasmar misterios en imágenes concretas. Es un dotado creador que descubre cosas esenciales para el arte y la plástica del siglo XX, como las formas blandas interpretando la teoría de lo informe de Bataille, o las relaciones humanas a partir del canibalismo. Metamorfosea y transforma realidades creando enigmas.

Pionero en el consumo

Entiende la nueva función de los medios de comunicación y la publicidad. Comprende que el papel del artista cambia a mediados de siglo XX, con el paso de la sociedad de producción a la de consumo. Que el artista deja de ser un ser romántico que crea aislado de sociedad. Que su obra es consumida y absorbida como otro producto de consumo masivo desde el momento mismo de la creación. Precursor de Warhol, como él entiende la importancia de lo popular. Cuando Nueva York vive de la nostalgia del expresionismo abstracto, él se va a Hollywood y trabajar con Walt Disney o Hitchcock.

Autofagocitado

Acabó canibalizándose, según la metáfora comestible tan de su gusto. Víctima de su teatro, se devoró a sí mismo. Fue una figura controvertida, antipática para una generación de Antonio Saura y Tàpies que se enfrentó al franquismo. Hoy, visto con perspectiva y, al margen de la política, emerge el gran creador, el pintor genial en sus experimentaciones, en el desarrollo de su lenguaje pa ir más allá en la pintura.

El escritor paranoico

Se tenía por mejor escritor que pintor. Es uno de los artistas que mejor escribe. Con su rara mezcla de francés, español y catalán, acuña conceptos innovadores rompedores. El método paranoico crítico, que se abre a otras realidades, está en la muestra a través de documentos y de una sección centrada en su autobiografía.