El candidato a la presidencia de Venezuela, Henrique Capriles, camina junto a cientos de seguidores durante un marcha nocturna. :: AFP
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El camino más corto para llegar al Palacio de Miraflores

Maduro y Capriles convierten la campaña en un enfrentamiento cuerpo a cuerpo por la presidencia venezolana

LA HABANA. Actualizado: Guardar
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La campaña electoral más corta en toda la historia democrática de Venezuela y la primera desde 1998 en la que el comandante Hugo Chávez está ausente arrancó ayer con dos actos multitudinarios. El aspirante gubernamental, Nicolás Maduro, inauguró en Sabaneta de Barinas el camino para llegar hasta el Palacio de Miraflores, mientras su principal rival, el opositor Henrique Capriles, aglutinaba masas en el estado de Monagas tras el «madrugonazo» convocado por la oposición en el país.

En medio de discursos repletos de ataques mutuos, Maduro participó en «un conversatorio» en la casa natal del fallecido presidente junto a casi toda la familia Chávez en el que rememoraron parte de la vida del líder bolivariano. Después, una marea «roja, rojita» arropó al presidente encargado durante su recorrido en un 'jeep' descapotable -y también encarnado- por las calles de la ciudad donde nació el fundador del chavismo 58 años atrás. No faltaron las canciones rapeadas con el pegadizo estribillo «Chávez para siempre, Maduro presidente, Chávez te lo juro, mi voto está Maduro».

La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, pidió a los siete candidatos en liza un «respeto» a «los venezolanos y venezolanas» puesto que «esta campaña se desarrollada en un delicado contexto emocional, por lo que exigimos a las partes evitar exacerbaciones innecesarias y suprimir expresiones que puedan crispar el ambiente de la elección». Lucena rechazó las acusaciones de la oposición respecto al abuso del oficialismo en los medios de radio y televisión.

El próximo 14 de abril cerca de 19 millones de venezolanos están llamados a elegir al sucesor de Chávez. Si quienes lo seguían y ahora lo adoran en su tumba del Cuartel de la Montaña respetan su voluntad votarán, como él pidió, por Maduro, llamado «el hijo de Chávez». El exautobusero no ha parado desde que, tras el fallecimiento del comandante el pasado 5 de marzo y los diez días de honras fúnebres, asumió formalmente el Gobierno temporal hasta los comicios.

En cualquier caso, la oposición sigue cuestionando su legitimidad tras el fallo del Tribunal Supremo de Justicia que le permitió competir sin tener que renunciar o entregar el poder al presidente de la Asamblea Nacional. Maduro ha contado con apoyos importantes como el del expresidente de Brasil, Lula da Silva. También María Gabriela, la hija del carismático y controvertido gobernante venezolano, expresó en Twitter su apoyo al candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV): «Arrancamos la campaña. A vencer, junto a Nicolás, por nuestro Gigante, por nuestra Patria Querida!».

El «madrugonazo»

El exvicepresidente señaló que «el pensamiento y plan de la patria es creación de nuestro líder (...) Nosotros vamos a desarrollar plenamente este legado y el pensamiento del comandante». Luego se comprometió a «no fallarle al pueblo» y a que «como presidente» seguirá el legado de Hugo Chávez «para defender la patria y construir el sueño más grande de la humanidad: el socialismo».

La oposición que lidera Capriles convocó casi a la misma hora un «madrugonazo por el futuro de Venezuela» en todos los estados y municipios del país. Carlos Ocariz, su director de campaña, aseguró que «en estos diez días nuestro reto es que nadie se quede sin conocer las propuestas de su candidato y que comparen las propuestas y las acciones».

Capriles encabezó la marcha nocturna por una importante avenida que atraviesa los municipios Sucre y Chacao, en el este caraqueño, y la cerró con un discurso en el que aseguró que está «de pie para invitar a todos a derrotar la violencia».