Fachada de la casa palacio ocupada hace casi un año en la calle Manuel Rancés, 18, en pleno casco histórico de Cádiz. :: ANTONIO VÁZQUEZ
CÁDIZ

Un año de 'okupación' silenciosa

Los vecinos del inmueble, aseguran que en este tiempo no han tenido problemas de ruidos ni suciedad con los nuevos moradores

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Llegaron sin hacer ruido, casi como de incógnito y su carta de presentación fue una simple nota colgada en la puerta con la que saludaban a los vecinos y pactaban una convivencia tranquila. El colectivo La Higuera, un grupo de jóvenes con vinculación a los movimientos 15M y Valcárcel Recuperado, tomó la finca de Manuel Rancés, 18 hace casi un año, justo después del desalojo del antiguo colegio frente a la Caleta.

En este tiempo han convertido el inmueble en un centro social 'okupado' y autogestionado, en el que se desarrollan actividades semanales, desde conciertos a cursos, mercadillos y comedores solidarios. Y se han prodigado poco en la prensa local. Anuncian la programación a través de la redes sociales y mantienen el compromiso de no hacer ruido para continuar con el proyecto.

Sobre el futuro de la finca poco se sabe. Al parecer, pertenece a una inmobiliaria con sede en Barcelona que ha acumulado una importante deuda con Bankia y es ahora esta entidad bancaria la que reclama la propiedad como pago. El proceso lo lleva el juzgado de primera instancia número 32 de la capital catalana, pero aún no se ha emitido orden alguna de desalojo, ni siquiera una notificación, asegura uno de los miembros del grupo.

Centro social y vivienda

Y mientras continúa el trámite, el colectivo mantiene la programación, lo último, un mercadillo que se celebró el Domingo de Ramos. También hay una zona que se ha habilitado para la convivencia y donde se hospeda un número reducido de personas.

La relación con los vecinos ha sido buena. Según explican a este medio, «durante la mañana hay poco movimiento, es por la tarde cuando llegan más personas, todos jóvenes».

Ninguno menciona problemas de ruido o suciedad y valoran que el inmueble vuelva a tener moradores después de tanto tiempo. Indican que la finca ha permanecido abandonada casi una década y que se puso en venta hace algunos años, pero no se han realizado mejoras ni se ha planteado ningún proyecto.