Ojo con el pescado, crece la intolerancia al anisakis en pacientes de la Bahía

La aparición de nuevas alergias en pacientes de la Bahía es cada vez más común. Las intolerancias son numerosas con reacciones en la piel o a través de problemas digestivos. Una de las que más se ha acentuado en los últimos años ha sido la alergia al anisakis, un gusano diminuto que vive en el pescado y que causa verdaderos estragos a los que no pueden digerirlo.

Una manera de reconocerlo es sufrir dolor abdominal, náuseas e incluso la aparición de ronchas en la piel después de comer pescado. Normalmente crudo o semicrudo, por eso mismo los establecimientos de restauración congelan, por norma, todo el que sirven. Con eso se logra matar al parásito, pero no su cuerpo, que también puede producir reacción. Explica el doctor Pedro Lobatón, de la Clínica Doctor Lobatón de Cádiz, que los pescados que suelen estar parasitados son muy carnosos como la merluza o la bacaladilla. Y hay una mayor presencia en los que proceden del Norte. «En nuestro caso, parece demostrado que la incidencia es menor. No se conoce exactamente la razón, pero el pescado de la Bahía o el procedente del norte de África que llega a muestran lonjas suele estar más libre de anisakis».

Y como prevención, resulta muy útil preguntar al pescadero habitual o en los establecimientos en los que se consume el modo de preparación cuando se cocina. Y tener especial cuidado si se va a comer crudo o marinado. En el caso de padecer estas reacciones, hay que acudir cuanto antes al alergólogo para ser diagnosticado.

También es recurrente la alergia al látex, un material muy presente en el día a día, desde el ámbito sanitario a la limpieza o incluso las relaciones sexuales. Para evitar que se produzcan síntomas molestos es fundamental avisar cuando se ha detectado la intolerancia y evitar en lo posible el contacto con este material.