CÁDIZ

Los agricultores reclaman una «mejor» gestión de los embalses

Se quejan de desembalses a destiempo y de que no se garantiza que el agua que se suelta «termina en los cultivos y no en el mar»

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Desde la Junta de Andalucía han defendido, con números y datos, la gestión de los embalses de la cuenca del Guadalete que se ha llevado a cabo durante el pasado temporal. No obstante, esto no es compartido por los agricultores de la provincia, afectados por las inundaciones. «Queremos que se haga una reflexión profunda sobre la gestión del agua que se lleva haciendo desde hace años», destacan desde Asaja Cádiz.

Esta organización solicita al Gobierno regional que se ponga en marcha el debate porque con la gestión actual «no se deja remontar el vuelo a sectores de futuro como las hortícolas de la zona regable». Destacan que el mayor problema lo tienen con «los desembalses a destiempo y sin garantía de que el agua vaya a parar al mar y no a los sembrados». Al respecto, señalan que el sector vive con inquietud y clamando porque se tomen decisiones serias sobre la política de agua.

El delegado provincial de la Consejería de Medio Ambiente, Pesca y Agricultura, Federico Fernández, explicó hace unos días que los daños a los agricultores de Jerez se dieron en unas «370 hectáreas, de un total de las 14.000 de regadío, y en terrenos localizados en la vega del río y que, por tanto, forman parte del mismo, aunque habitualmente no lleven agua». Y se quejó de que no se puede poner en solfa el abastecimiento de la provincia «por salvaguardar cultivos que están en la vega», refiriéndose a la posibilidad de cambiar la gestión que se hace de los embalses.

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG Andalucía, ha destacado, por su parte, que los distintos gobiernos «deben ser solidarios y poner en marcha medidas concretas para evitar que las explotaciones agrarias que han sufrido por estas lluvias vean comprometida su continuidad».

Aunque no se ha llevado a cabo una valoración global de daños, COAG ha especificado que en la provincia se concentraron en zonas como el Guadalete o Conil. Además, destacan que a estos efectos hay que sumarles los perjuicios sufridos recientemente por sectores como los frutos secos debido a las bajas temperaturas, y los daños que la combinación de lluvia y viento ha provocado a las infraestructuras agrarias, como invernaderos y plásticos, y las hidráulicas, tubos de riego, bombas y motores.

En la zona de Jerez más afectada por las inundaciones los agricultores hablan de pérdidas de hasta el 80% de la cosecha y unos 5.000 jornales que se iban a emplear en breve para la recogida de los frutos. La lluvia ha provocado retraso en la siembra de los cultivos de primavera, girasol, algodón y maíz, y ha impedido que se desarrollen las tareas de recolección en sectores como los cítricos y otros frutales y algunas hortícolas al aire libre, como las zanahorias o la coliflor. También se han visto inundadas muchas explotaciones de remolacha que se podrían ver muy perjudicadas al estar varios días bajo el agua.

Nuevas infraestructuras

Para paliar estos problemas, las asociaciones agrarias piden que se retome la construcción de algunas infraestructuras como las de el Azud de El Portal, reclama Asaja. No obstante, Federico Fernández no se muestra partidario de grandes inversiones y sí de «llevar a cabo una gestión urbanística del problema, respetando el cauce del río y no queriendo doblarle el brazo a la naturaleza». Tampoco se mostró a favor de soluciones como los dragados de los ríos que «suponen un alto coste económico y medioambiental para poner en marcha una solución temporal del problema».

COAG, por su parte, solicita que se activen medidas que contribuyan a aliviar la situación de los productores, cuya economía es ya de por sí muy precaria por la bajada del nivel de renta, provocada por unos precios en origen en los que no tiene capacidad de repercutir el incremento de los costes de producción. Además, solicitan que se compruebe «si existe alguna responsabilidad, por falta de previsión, en la gestión de los desembalses o en la puesta en marcha de infraestructuras que eviten estos daños», destaca su secretario general Miguel López.