'La Rampa' invierte medio millón en sus nuevos pantalanes

Como niños con zapatos nuevos. Así estaban ayer los socios de 'La Rampa' que visitaron los nuevos pantalanes donde, en cuestión de semanas, podrán atracar sus barcos. Y no es para menos. De unos 4.500 euros anuales que algunos aseguran pagar por tener su embarcación en un puerto deportivo, sólo tendrán que pagar 60 al mes: 20 por la cuota y 40 en concepto de impuestos por ocupación de lámina de agua. La instalación ha salido por 3.500 euros a cada uno de los 150 socios de este colectivo que, después de hacer este desembolso, se olvidan de por vida de pagar por el atraque. Alrededor de 50 miembros de 'La Rampa' se han quedado en lista de espera.

Instalados en la desembocadura del Guadalete, a la altura del nuevo bar Piriñaca en el paseo Tejada, la ejecución del muelle ha tenido un plazo de tres meses y un presupuesto de medio millón de euros. Su director de obras, José Manuel Jiménez, explicó que el proyecto ha constado de tres fases. Una primera de dragado de alrededor de 6000 metros cúbicos de fango y un metro y medio de profundidad media ya que la zona elegida no contaba con el calado suficiente para clavar los pilotes, de entre trece y quince metros. Esto también implicó la elaboración de un estudio arqueológico.

La segunda fase consistió en el pilotaje y la colocación de los pantalanes flotantes, con una anchura aproximada de 150 metros con capacidad para barcos de seis a nueve metros de eslora. La tercera fase, que aún no ha concluido, abarca las instalaciones de electricidad y agua, así como de cámaras de vigilancia. Una herramienta con la que 'La Rampa' espera combatir el vandalismo que, en El Puerto, es bastante habitual. El presidente del colectivo, Modesto Cárdenas, añadió que también confían completar su nuevo muelle con un club social en un local de las inmediaciones. Pero antes de llegar a este punto, los socios de 'La Rampa' han pasado no pocas vicisitudes.

Un largo recorrido

De los tiempos en que los botes y las barcas estaban ancladas de forma anárquica, con los consecuentes problemas para el trasiego del muelle de carga hasta que obtuvieron una autorización gubernativa de la Autoridad Portuaria para pode fondear sus embarcaciones de una forma más ordenada. Hace aproximadamente siete años consiguieron una subvención de la Comunidad Económica Europea para 'mejora de instalaciones deportivas náuticas'.

Con ello pudieron colocar un pantalán con cabida para una treintena de barcos, pero en condiciones muy precarias. El resto se fondeaban hasta el límite con el Club Náutico. No fue hasta el año pasado cuando cerraron la concesión administrativa con la AP para construir los atraques que ayer fueron visitados por el alcalde, Enrique Moresco, y por los concejales de Infraestructuras y Urbanismo, Damián Bornes y Diego Muñoz. «No solo es una mejora para el club, sino para toda la ciudad, que se beneficiará del potencial turístico y económico que tiene nuestro río».