La aplicación de la nueva reforma laboral dobla en un año los ERE en la provincia

Muy pocos se han salvado en los últimos doce meses de la aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en sus tres variantes: extintivo, temporal o de reducción de jornada. A finales del pasado noviembre era la empresa Vipren, proveedor gaditano de material para la construcción, la que sucumbía ante los efectos colaterales de la crisis y aplicaba un recorte en su plantilla bajo el amparo de la nueva reforma laboral. La medida trataba de garantizar la viabilidad del negocio y evitar con ello el cierre. Vipren aplicó un ERE extintivo a 35 empleados. Las pérdidas y la falta de actividad habían puesto en jaque a este grupo empresarial, capitaneado por el entonces presidente de la patronal gaditana, Miguel González Saucedo.

El nuevo marco que regula las relaciones laborales en nuestro país entró en vigor el 13 de febrero de 2012 y generó tanto rechazo social que los sindicatos le declararon la guerra con la convocatoria de dos huelgas generales. Sin embargo, el paso del tiempo ha puesto a cada uno en su sitio, incluido a los propios sindicatos. La nueva reforma laboral, que ahora cumple su primer año de vida, ha servido también para que las centrales sindicales pongan orden en sus estructuras y la apliquen con toda su crudeza para garantizar su futuro. UGT, por ejemplo, ha practicado una regulación de empleo entre su plantilla en Andalucía que afecta a 30 trabajadores, mientras que a otros 57 les aplica una regulación temporal. No son los únicos. El sindicato CC OO negocia en estos momentos el despido de, al menos, 94 miembros de su plantilla.

La nueva reforma laboral ha doblado los ERE en la provincia durante su primer año de vida. El número de expedientes presentados en 2012 ante la Delegación Provincial de Empleo fue de 480 frente a los 207 registrados el año anterior. Un total de 4.840 trabajadores se vieron afectados el año pasado en la provincia de Cádiz por estas medidas laborales. Los expedientes de reducción de jornada fueron los más numerosos, con 225, seguidos de la regulación temporal, con 217, y 38 extintivos. La estadística demuestra que el crecimiento de los expedientes de empleo durante el primer año de aplicación de la reforma ha sido de 131,8%. Su huella se ha sentido en 27 municipios de la provincia. Seis localidades lideran la tabla. Así, Jerez es donde mayor incidencia ha tenido la regulación de empleo a lo largo de 2012 con 76 expedientes, seguida de El Puerto, con 62, Cádiz, con 59, Barbate, con 50, Algeciras con 44, y Chiclana, con 38.

Hasta las empresas públicas han utilizado la nueva ordenación laboral para sobrevivir. Este es el caso de Trebujena Emprende. El Ayuntamiento de esta localidad de la Costa Noroeste, en manos de IU, ha tenido que echar mano de la reforma laboral para ajustar a su plantilla. La empresa lleva sin actividad desde que estalló la crisis del ladrillo hace ahora cinco años. Su alcalde, Jorge Rodríguez, comentó en su momento que esta empresa pública nació con el objetivo de promocionar suelo y vivienda en el municipio, pero la crisis del ladrillo ha dado al traste con ella. Unas 24 personas se han quedado en la calle.

Un texto «necesario»

El nuevo presidente de los empresarios gaditanos, Javier Sánchez Rojas, destacó durante su toma de posesión el pasado enero que el nuevo marco laboral apunta en buena dirección, «pero en el peor de los escenarios, ya que estamos en una situación de bajo consumo, falta de financiación y cese de actividad». Según Rojas, la reforma ha permitido hacer ajustes en las empresas sin necesidad de cerrar.

La reforma desarrollada el Gobierno del PP es la séptima que se lleva a cabo en los últimos 31 años. Su efecto en la provincia como estimulante para generar empleo aún no se ha conseguido. En doce meses, Cádiz se ha situado a la cabeza del desempleo con el 40% de tasa de paro y 214.000 gaditanos sin trabajo. Todo un récord. Uno de los puntos más polémicos de esta nueva norma ha sido la ampliación de las causas del despido objetivo, al introducir un nuevo apartado en el que se acepta la extinción del contrato si la empresa en cuestión demuestra pérdidas o disminución en sus ventas durante tres trimestres consecutivos. Además, flexibiliza el despido y sus costes, ya que deja el despido procedente en 20 días por año trabajado con un tope de doce mensualidades, mientras que el improcedente se fija en 33 días con un máximo de 24 mensualidades. Igualmente, la nueva reforma elimina la autorización laboral de los despidos colectivos, es decir, la aplicación de un ERE ya no tiene que ser aprobada por la consejería competente de cada comunidad. Solo necesita la autorización judicial y, a posteriori.

El cierre de la planta gaditana de Visteon a mediados de febrero de 2012 tuvo su cara y su cruz. La decisión de la multinacional mandaba a la calle a 396 trabajadores, pero la plantilla pudo respirar algo más aliviada al lograr un acuerdo satisfactorio con la empresa en materia de indemnizaciones. La compañía presentó un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) en el que se comprometía a pagar 45 días por año trabajado, a abonar la Seguridad Social a los mayores de 55 años hasta la prejubilación y a ceder los terrenos de la factoría al Ayuntamiento de El Puerto para buscar un nuevo inversor. Este escenario hubiera sido radicalmente distinto justo dos semanas después con la entrada en vigor de la nueva reforma laboral. La plantilla de Visteon, dentro de la tragedia que supone perder el puesto de trabajo, se pudo dar con un canto en los dientes tras sacar una importante tajada económica. Este fue uno de los últimos ERE que autorizó la Delegación Pprovincial de Empleo con el antiguo marco laboral.

La aplicación de la reforma ha tenido distintas versiones. Así, la delegada provincial de Empleo, Angelines Ortiz, ha reconocido que la nueva reforma no ha servido para generar empleo, sino para justo lo contrario, «destruirlo». El discurso es distinto desde las filas del PP. Así su presidente provincial, Antonio Sanz, ha destacado en más de una ocasión que la reforma laboral era necesaria e imprescindible y que el diálogo social es el único camino que queda. Criticó la «desfachatez» de los socialistas al «liderar» las protestas contra el nuevo texto laboral, «cuando ellos son los creadores de los cinco millones de parados, de los que más de 200.000 son gaditanos».