Sociedad

Nuria Espert evoca a Medea al ser distinguida por la Universidad Complutense

MADRID. Actualizado: Guardar
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Ataviada con la toga negra, la muceta y el birrete azul claro preceptivos para los doctores honoris causa en letras, la actriz Nuria Espert (Hospitalet de Llobregat, Barcelona, 1935) recibió ayer la alta distinción académica otorgada por la Universidad Complutense de Madrid. Espert, una de las figuras más relevantes de la escena española durante el último medio siglo, evocó en su agradecimiento a uno de los personajes medulares de su carrera, la Medea de Eurípides. «Tenerla aquí conmigo añade emoción a este acto emocionante y lo vuelve para mí en inolvidable», aseguró la actriz y directora de escena en el centenario paraninfo de la Complutense que acogió la ceremonia. Recogió su doctorado honorífico de manos del rector de la complutense José Carrillo, arropada por sus hijas Nuria y Alicia, por compañeros de oficio y escena como Gerardo Vera, Miguel del Arco o Natalia Menéndez y amigos como el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón.

Fue Medea quien habló por boca de una Nuria Espert que explico cómo no tuvo demasiadas dudas en recurrir al trágico personaje que le ha acompañado durante su larga e intensa trayectoria. Una relación que se estableció por «azar», luego fue «buscado», que retomaría de nuevo por azar y que acabó «siendo aceptado con resignación».