Artículos

Entendidos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Asistíamos esta semana a un momento histórico: los principales partidos políticos se ponen de acuerdo para buscar salidas a los mayores problemas de la provincia. El desempleo, el parón de Las Aletas, el retraso de las grandes infraestructuras o las inversiones que se esfuman ya están en las líneas de trabajo que van a poner sobre la mesa. Entendidos todos y firmado el documento conjunto, habrá que esperar al desarrollo de las primera reuniones -y sobre todo al fruto que den- para valorar hasta qué punto ambos remarán en la misma dirección.

Hasta el momento el ciudadano solo ha visto a unos y otros tirarse los tratos a la cabeza y utilizar proyectos e iniciativas como blanco de las críticas, incluso ahora cuando la coyuntura económica hace temblar el suelo. Poco importa si se redactan buenas intenciones, lo que hacen falta son la propuestas coherentes y con garantías. Utilizar a quien le toque las buenas relaciones con los gobiernos autonómico y estatal para dar un impulso a la lamentable situación.

No volver a repetir el argumento de la herencia para justificar los recortes, ni tumbar buenos proyectos para la ciudad como la plaza de Sevilla o el ya casi olvidado hotel de Valcárcel por una pataleta. Ejemplos los hay de todo tipo y resulta vergonzoso tirar de hemeroteca y ver cuántas oportunidades se han perdido por la bronca política. Lo que falta es justo lo contrario: la toma de decisiones en común cuando se trata de trabajar por los ciudadanos. Y no hay nada más allá de un acto de condena contra la violencia u homenajes cada 6 de diciembre o 28 de febrero.

Que este acuerdo, dure lo que dure, tenga más recorrido que el manido espíritu de Las Aletas del que tanto han hecho gala nuestros dirigentes y que de tan poco ha servido para que se vuelva a colocar un ladrillo. Que se quede por encima de las discrepancias y las afinidades personales para sacar adelante los objetivos y no repitamos escenas como las ocurridas durante los actos del Bicentenario por una invitación o quién ocupa tal asiento.